La clínica hace innecesarios muchos estudios complementarios | 20 NOV 17

Dolor precordial en Emergencias

"No se necesitan todas esas imágenes solo para descartar el diagnóstico de ataque cardiaco"

Con frecuencia los médicos de emergencias utilizan unas pruebas costosas pero innecesarias para determinar si las personas con un dolor de pecho están sufriendo un ataque cardiaco, revele un nuevo estudio.

Los resultados muestran que a los pacientes no les va mejor cuando se añaden TC o pruebas de esfuerzo en cinta caminadora a la batería estándar de pruebas diagnósticas para los pacientes con dolor de pecho.

"No se necesitan todas esas imágenes solo para descartar el diagnóstico de ataque cardiaco", aseguró el investigador principal, el Dr. David Brown, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis. "No ofrecen ningún valor adicional".

Unos 10 millones de estadounidenses acaban en la sala de emergencias cada año con un dolor de pecho que podría indicar un ataque cardiaco, apuntaron los investigadores.

Normalmente los médicos evalúan el ataque cardiaco mediante análisis de sangre, ECG, un historial médico y un examen físico, señaló Brown. El análisis de sangre busca la troponina, una proteína que se libera cuando el corazón ha sufrido daños.

Pero muchos pacientes también reciben una TC para ver si las arterias que llevan sangre al corazón están bloqueadas, o una prueba de esfuerzo cardiaco para ver si su capacidad física está afectada, dijeron los autores del estudio.

"La meta predominante en los pacientes que llegan al departamento de emergencias con dolor de pecho es asegurar que no están sufriendo un ataque cardiaco, porque nadie quiere mandar a un paciente a casa en medio de un ataque cardiaco", dijo Brown.

Para ver si las TC o las pruebas de esfuerzo añadían algo a la precisión de un diagnóstico, Brown y su equipo asignó al azar a mil pacientes con dolor de pecho en nueve hospitales de EE. UU. a recibir las pruebas adicionales o a someterse al panel usual de pruebas para el ataque cardiaco. Más o menos un 88 por ciento de los pacientes recibieron las pruebas adicionales.

Los pacientes que no recibieron las pruebas adicionales salieron antes del hospital, con una estadía promedio de 20 horas frente a 28 horas entre los que también se sometieron a TC y a pruebas de esfuerzo, según el informe.

En el mes tras la visita a emergencias, no apareció ninguna diferencia significativa entre los dos grupos en términos de quién necesitó una cirugía de derivación cardiaca o un procedimiento para reabrir una arteria obstruida, mostraron los hallazgos.

Tampoco hubo diferencias entre los dos grupos en términos de quién volvió más adelante a emergencias o sufrió un evento cardiaco importante, como un ataque cardiaco, dijo Brown.

Por otra parte, los pacientes que recibieron las pruebas adicionales acumularon 500 dólares más en facturas de hospital durante su visita al departamento de emergencias. También fueron más propensos a recibir prueba de seguimiento en un plazo de un mes, añadiendo 300 dólares más en costos de atención de la salud, apuntaron los investigadores.

El problema es que las TC y las pruebas de esfuerzo no están diseñadas para utilizarse en el diagnóstico de un ataque cardiaco, explicó Brown. Esas pruebas ayudan a determinar si una persona tiene una enfermedad cardiaca, una acumulación de placa en las arterias que daña a la salud de su corazón.

"Incluso si tiene un diagnóstico de enfermedad coronaria, eso no significa que esté sufriendo un ataque cardiaco", aclaró Brown. "Ese diagnóstico no amenaza de inmediato a la vida".

 

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