Escepticemia por Gonzalo Casino | 25 JUL 17

Interdisciplinas y nuevas ciencias

Sobre los objetos de estudio científico a lo largo de la historia

¿Por qué tenemos una ciencia para el estudio de la luz, la óptica, y no la tenemos para el estudio de las sombras? ¿Por qué hay una ciencia de la materia, la física, y no hay otra dedicada a las formas? ¿Por qué y desde cuándo dividimos las ciencias en humanas, sociales y naturales? ¿Por qué no clasificamos las áreas de conocimiento en ciencias de lo visible y de lo invisible? ¿O en ciencias terrenales, celestiales y de lo que se sitúa entre el cielo y la tierra? Preguntas como estas no tienen una respuesta sencilla y homogénea, como advierte la eminente historiadora de la ciencia Lorraine Daston en su librito Breve historia de la atención científica. La ciencia ha ido seleccionando sus objetos de estudio no tanto de forma caprichosa, que también, sino sobre todo como resultado de las ideas, los problemas y los intereses de cada época histórica.

La biología, por ejemplo, se nos antoja a primera vista una ciencia fundamental, compacta, indiscutible, como si hubiera existido desde que la ciencia es ciencia. Al fin y al cabo, los seres vivos siempre han estado ahí y parece plenamente justificado que constituyan un objeto de estudio. Sin embargo, la biología apenas tiene dos siglos de existencia. Y, si la examinamos con detenimiento, advertimos zonas menos firmes, especialmente en sus fronteras e intersecciones con las disciplinas que se ocupan de la materia y de la mente, o con las biotecnologías. Y también muchas lagunas: ¿por qué tenemos una disciplina que estudia las anomalías y monstruosidades del organismo animal o vegetal, la teratología, y no tenemos otra disciplina análoga que se ocupe de los seres más bellos y perfectos?

Con la sociología ocurre algo parecido. También es una ciencia joven, con apenas un par de siglos de existencia. Si realmente siempre han existido sociedades humanas, ¿por qué no se ha considerado antes que la familia, la empresa y otras organizaciones sociales podían ser objeto de estudio científico? Siendo como son enormemente complejas las sociedades humanas, no es difícil imaginar la infinidad de asuntos relevantes que quizá merecerían no solo ser objeto de conocimiento científico sino tener una disciplina propia. ¿Tenemos acaso una ciencia de la amistad? De momento no, pero no es descartable que exista en el futuro.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024