Café Medicina & Cultura | 09 OCT 15

Diálogos sobre adicciones (una invitación de IntraMed)

Un encuentro con expertos, escritores y protagonistas de las historias sobre consumo problemático de sustancias que forman parte de nuestro nuevo libro "Al fin amanece". Lo invitamos a participar en nuestro auditorio el viernes 23 de octubre a las 12 hs.
Fuente: IntraMed 

Lo invitamos a participar de un encuentro del ciclo Café, Medicina & Cultura: "Diálogos sobre Adicciones", el próximo viernes 23 de octubre a las 12 hs.

¿Qué es una adicción? ¿Quién es un adicto? ¿Cómo interactúan la sociedad, la biología y la cultura en el consumo problemático de sustancias? ¿Por qué contar historias de vida de las personas afectadas?

Participarán: el Dr. Carlos Damín, jefe de Toxicología del hospital Fernández (CABA), titular de la cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina (UBA), los escritores: Mateo Niro, Ana Cerri, Betina González, Alejandra Laurencich y un grupo de personas afectadas.

Se presentará el nuevo libro de la colección Medicina & Literatura de ediciones IntraMed: "Al fin amanece".  Historias reales de personas con problemas de adicciones narradas por grandes escritores.

  • Viernes 23 de octubre 2015 (12 hs)
  • Lugar: Auditorio Roemmers - Fray Justo Sarmiento 2350 Olivos.
  • Horario de acreditación: 12hs. (finalización 14 hs)
  • Vacantes limitadas (con inscripción previa)

 



Adicciones: las sustancias, la persona con disposición y el contexto social

(Fragmento del prólogo de "Al fin amanece" por el Dr. Carlos Damín)

Se puede aseverar que no existe una causa única a la que se pueda atribuir el “consumo problemático de sustancias” sino que son tres los ámbitos concurrentes, necesarios e ineludibles para que pueda desarrollarse: una o más sustancias, una persona con disposición y un contexto social. Hablar de sustancias y no de “drogas” es adecuarse a la realidad que evidencia que enferman y mueren más personas por sustancias legales que por las ilegales, pero la sociedad, amparándose en la aceptación y el uso que hacen de ellas, prefiere seguir llamando drogas a las de tenencia prohibida.

Las sustancias. Las sustancias psicoactivas producen sensaciones psíquicas además de efectos físicos, dependiendo de su pertenencia a distintos grupos: Psicoanaléptico (Estimulantes), Psicolépticos (Depresores), Psicodislépticos (Alucinógenos) y Cannabinoides. Todas poseen además propiedades de refuerzo, entendidas como la capacidad de producir efectos que despiertan, en el que las utiliza, el deseo imperioso de consumirlas nuevamente, en la búsqueda de efectos similares.

Las sustancias psicoactivas modifican la síntesis, la degradación, o la liberación de neurotransmisores y neuropéptidos cerebrales. Son sustancias químicamente muy diversas, que se unen a distintos sitios iniciales en el cerebro y la periferia, generando una combinación diferente de efectos fisiológicos y conductuales luego de su administración.

A pesar de estar involucrados distintos mecanismos de acción y efectos toxicológicos, todas poseen ciertos efectos en común. Promueven la reexperimentación de la gratificación (reward) y en sujetos vulnerables con contextos facilitadores, conducen a la adicción. Todas producen luego de su retiro, estados emocionales displacenteros. La adicción se relaciona con una alteración de los mecanismos de neuroplasticidad cerebral involucrados en el establecimiento de las conductas adaptativas.

La drogadependencia no está definida por la dependencia física, sino por el “comportamiento de búsqueda de droga”. Y debe quedar claro que no es la capacidad tóxica de un producto lo que constituye al toxicómano sino el acto deliberado y activo del sujeto que la utiliza. No es la sustancia lo relevante en este diagrama, por lo que seguir luchando contra la oferta de la misma nos seguirá llevando al mismo fracaso que hemos experimentado durante muchas décadas; la tarea debe concentrarse en reducir la demanda. La persona. Muchas son las causas que pueden determinar un consumo de sustancias: genéticas, ambientales, sociales, psicológicas, etc. Deberán siempre ser tenidas en cuenta las características del sujeto: los factores del desarrollo premórbidos o adquiridos que determinan el funcionamiento frontal, las enfermedades psiquiátricas predisponentes, comórbidas o inducidas, la carga genética (para adicciones y enfermedades psiquiátricas), los cambios neurobiológicos a largo plazo (neuroplásticos), la personalidad, sus rasgos y trastornos y los efectos agudos de las drogas.

Es posible distinguir diferentes modalidades de consumo en función de su forma de utilización: uso, abuso y dependencia.

El uso está asociado a los consumos experimentales, recreativos y ocasionales. Son situaciones de contacto inicial con una o varias sustancias y no necesariamente implican que se continuará con su utilización. Un alto porcentaje de las personas que experimentan no reinciden en el mismo. Los consumos ocasionales se refieren al uso intermitente de una sustancia, sin ninguna periodicidad fija y con largos intervalos de ausencia del mismo.

El abuso tiene ver con un consumo que se constituye en un hábito y que, por lo tanto, ya no depende tanto de la decisión voluntaria y consciente del sujeto, sino que forma parte de sus hábitos vitales. Este tipo de consumo trae aparejado un incremento en la tolerancia, provocando una necesidad de incrementar la dosis o cantidad de la sustancia para obtener el efecto inicial. Esta práctica puede conducir a las otras formas de consumo, dependiendo de la sustancia que se trate, la asiduidad con que se emplee, las características de la persona, el entorno que la rodea, etc.

En la dependencia o adicción, se produce una utilización de la sustancia en mayor cantidad o por un periodo de tiempo más prolongado de lo que el consumidor pretendía. El individuo necesita la sustancia y su vida gira en torno a ésta, incluso y a pesar de las complicaciones que ello le pueda ocasionar. Existe una dificultad manifiesta para dejar de consumir la sustancia, aún si se lo propone.

Teniendo en cuenta estas diferentes modalidades, no cualquier uso constituye un “consumo problemático”, término que debe atribuirse casi en exclusividad al abuso y la dependencia. Suele emplearse el término “adictos” para los que padecen esta última categoría, claramente minoritaria en el universo de los consumidores de sustancias.

En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que no existe ninguna forma de consumo que con antelación, nos asegure que no implicará riesgos y que estos riesgos no solo dependen de las sustancias empleadas y sus características sino también de la persona que las usa (edad, sexo, salud integral, expectativas en cuanto al consumo, etc.) y del ambiente o entorno en el que se consuma (momento, lugar, compañía, grupo de pares, etc.).
 

 

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