Quemaduras, desmayos y lesiones oculares | 18 DIC 14

Más complicaciones con las camas solares

La mayoría de pacientes de la sala de emergencias eran mujeres y blancos.

Unos estudios han mostrado que las camas de bronceado se vinculan con un riesgo a largo plazo más elevado de cáncer de piel, pero una nueva investigación halla que unos 3,200 estadounidenses terminan cada año en emergencias con quemaduras graves o tras desmayarse después de una sesión de bronceado bajo techo.

Las personas sufren quemaduras de primer y segundo grado por broncearse demasiado tiempo, apuntó el investigador líder, Gery Guy Jr., de la división de prevención y control del cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Otras contraen lesiones oculares, como enrojecimiento y quemaduras, por la exposición a la radiación ultravioleta (UV), anotó.

"En cuanto a los desmayos, las personas reportaron caerse tras salir de la cama de bronceado", contó Guy. Aunque el motivo no está claro, los desmayos podrían deberse al golpe de calor, dijo.

La buena noticia es que esas lesiones se redujeron entre 2003 y 2012. La mala noticia es que las normas sobre el bronceado en interiores no se cumplen bien, lamentó Guy.

"Hubo varios casos en que los individuos reportaron quedarse dormidos en la cama de bronceado, lo que resultó en una exposición excesiva y quemaduras", anotó Guy. "Es interesante porque hay normas que obligan a las camas de bronceado bajo techo a tener temporizadores, y esto podría significar que los temporizadores no funcionaban o que las personas los desconectaban para poder estar más tiempo".

Un experto dijo que esas prácticas no son aceptables.

"No es aceptable afirmar que se provee un tratamiento seguro con un dispositivo que transmite radiación UV cuando los temporizadores de seguridad de las máquinas no funcionan o se desconectan", enfatizó el Dr. Jeffrey Salomon, profesor clínico asistente de cirugía plástica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.

Salomon explicó que cuanto más tiempo se expone una persona a la radiación ultravioleta, mayor es el riesgo de quemaduras en la piel. Además, cuanto mayor es el nivel de energía de la máquina, menos tiempo tarda en quemar la piel. Igualmente, las personas con complexiones claras se queman más rápido que las personas con complexiones oscuras, advirtió.

"Los proveedores de bronceado de la piel deben individualizar el tratamiento de cada cliente según el tipo de piel, el nivel de potencia y la duración", afirmó Salomon. "Si no pueden o no quieren hacerlo, no se les debe permitir ofrecer ningún servicio".

Cuatro de cada cinco lesiones en los salones de bronceado eran quemaduras de la piel, según el estudio, que aparece en la edición en línea del 15 de diciembre de la revista JAMA Internal Medicine. Los desmayos y las lesiones oculares conformaron menos del 10 por ciento de las lesiones reportadas.

La mayoría de los clientes de bronceado que se lesionaron eran mujeres y blancos (alrededor del 80 por ciento en ambos casos), halló el estudio. Los adultos jóvenes de 18 a 24 años de edad representaron más de una tercera parte de la lista de los lesionados.

Las quemaduras suficientemente graves como para ameritar tratamiento de emergencia indican una exposición excesiva a la radiación UV nociva y un aumento en el riesgo de cáncer de piel, señalaron los autores del estudio.

John Overstreet, director ejecutivo de la Asociación de Bronceado en Interiores (Indoor Tanning Association), un grupo del sector, se mostró en desacuerdo con la interpretación que los autores dieron a los hallazgos.

"Creo que lo que sucede son las pocas lesiones que en realidad ocurren y todo el progreso que la industria ha alcanzado al hacer que una cantidad baja de lesiones sea incluso más baja", afirmó. "Sin duda, durante los diez años cubiertos por el estudio la industria ha logrado un progreso significativo en garantizar que los clientes no sufran lesiones. Es un récord de seguridad que todas las industrias deben intentar alcanzar".

Pero los CDC recomiendan que las personas eviten del todo el bronceado en interiores, comentó Guy.

Para el estudio, Guy y sus colaboradores recolectaron datos sobre las lesiones relacionadas con el bronceado en interiores desde 2003 hasta 2012 de las salas de emergencias de 66 hospitales de EE. UU. Identificaron 405 de esas lesiones.

Según el hallazgo, el equipo de Guy estimó que en el país se trató un promedio de 3,234 lesiones relacionadas con el bronceado bajo techo al año.

También encontraron que el número de tratados anualmente se redujo de unos 6,500 en 2003 a poco menos de 2,000 en 2012, probablemente debido a que menos personas usan los salones de bronceado, señaló Guy.

 

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