Combinación de sabores

Por Allison Bond

Los padres siempre utilizaron salsa de queso, manteca de maní y productos similares para tentar a los niños con los vegetales, pero un nuevo estudio sugiere que esos trucos también lograrán que los pequeños miren con más agrado esos alimentos.

Los preescolares a los que se les sirvieron repollitos de Bruselas con queso crema para untar dijeron que les gustaban los vegetales y comieron más cantidad, aun cuando volvieron a comerlos más tarde sin el queso.

Para los autores, la estrategia de combinar algo nuevo con algo que a la persona le gusta se llama condicionamiento asociativo y podría servir para que niños y adultos coman más frutas y verduras.

"Esto podría modificar los hábitos alimentarios de los niños, incluido el consumo de verduras, y, a la vez, contrarrestar la obesidad infantil", dijo Elizabeth Capaldi-Phillips, psicóloga de Arizona State University y autora principal del estudio publicado en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.

Los padres de 29 niños de entre tres y cinco años respondieron una encuesta sobre qué opinaban los niños de 11 sobre los vegetales (si les gustaban o no) y si alguna vez los habían probado.

La coliflor y los repollitos de Bruselas eran los productos que la mayoría de los niños nunca había probado. Fueron los vegetales elegidos para evaluar las preferencias de los niños en el estudio.

Los participantes recibieron uno u otro vegetal una vez por día durante siete días y comían en grupos de cinco o seis niños a cargo de un docente o un investigador.

Los vegetales estaban cocidos. Los servían solos y con queso crema salado o dulce.

Luego del período de condicionamiento, los niños recibieron los vegetales solos.

A los que habían comido los repollitos de Bruselas con queso crema durante el período de condicionamiento, los vegetales les gustaban mucho más que a los que los habían comido solos.

Menos de uno de cada cinco niños que había probado los repollitos solos dijo que les gustaban, a diferencia de dos tercios de los que los habían probado con algunos de los dos quesos crema.

A los niños les gustaron más la coliflor no tan amarga, ya sea con o sin queso crema.

Luego del período de condicionamiento, cuando los niños probaron los vegetales solos, los que habían dicho que les gustaban los repollitos de Bruselas comieron más cantidad que los que habían dicho que no les gustaban.

Aunque estudios previos habían hallado que los niños necesitan probar alimentos nuevos ocho o 10 veces antes de acostumbrarse al sabor, los participantes del estudio lo hicieron apenas siete veces antes de probar los vegetales sin aderezos.

La estrategia de combinar sabores podría servir para otros vegetales y alimento.

FUENTE: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics