Estudio comparativo in vivo | 14 DIC 15

Respuesta pulpar inflamatoria a la colocación de adhesivos dentinarios con diferentes solventes

El manejo de estos materiales debe ser siempre apegado totalmente a las técnicas y procedimientos que rigen la utilización de éstos y siguiendo las especificaciones de cada fabricante.
Autor/a: Dres. María Margarita Hernández Martínez, Luis Alberto Gaitán Cepeda, Jorge Paredes Vieyra, María de Lourdes Hernández Martínez 

 

Resumen
Muchos son los cambios que se han suscitado en los últimos años en el área restauradora de la odontología. Dichos cambios son evidentes tanto en técnicas operatorias como en el surgimiento de una gran variedad de materiales restaurativos. Tal es el caso de las resinas compuestas, que al igual que los adhesivos dentinarios, han tenido una gran evolución en su estructura, manejo y composición, y forman parte de los materiales estéticos de uso cotidiano. Sin embargo, mas allá del resultado estético que un tratamiento odontológico pueda ofrecer, existen factores preponderantes que deben considerarse al elegir un material restaurador, como lo son la compatibilidad con los tejidos dentarios o el daño que estos materiales puedan causar al diente y específicamente al complejo dentino-pulpar, que en muchas ocasiones se manifiesta como dolor posoperatorio.

La presente investigación es un estudio in vivo a 58 premolares sanos indicados para extracción por motivos ortodónticos y divididos en tres grupos de estudio, a los cuales se les prepararon cavidades clase V; tras su desinfección, se trató cada grupo con un adhesivo dentinario que contenía un solvente diferente. La muestra quedó aleatoriamente dividida de la siguiente manera: Grupo A, 18 premolares tratados con Optibond; Grupo B, 19 premolares tratados con Prime & Bond; Grupo C, 19 premolarestratados con OneCoat Bond SL y Grupo D, 2 premolares de control. Tras el procesamiento de la muestra para medir la inflamación pulpar causada por los adhesivos dentinarios y tras el análisis estadístico con prueba de Chi cuadrada (p> 0.05) no se encontró diferencia estadísticamente significativa entre los grupos.

Palabras clave:
inflamación pulpar, adhesivos dentinarios, solventes, biocompatibilidad.


Introducción

En el área de la odontología restauradora muchos son los materiales que se han utilizado a través del tiempo para restaurar cavidades. Todavía hasta hace algunos años, la amalgama era utilizada como el material restaurador de elección debido a su durabilidad y resistencia.1,2

Sea cual sea el material que se utiliza, es necesario conocer el efecto de su aplicación sobre los tejidos dentarios3 para que partiendo de este punto en particular, el odontólogo pueda elegir aquel material con el cual exista una respuesta favorable de los tejidos dentarios, logrando así una relación biológica cada vez más estrecha con la odontología restauradora.4 Por ello, siempre ha existido la inquietud y la necesidad de encontrar o de desarrollar un material restaurador que pueda llegar a considerarse como el material ideal.5

Estudios clínicos de investigación han demostrado que el uso de sistemas de grabado dentinario, así como también de adhesivos, han aumentado significativamente los efectos pulpares adversos.6,7

Adhesivos dentinarios y complejo dentino-pulpar

La historia de la adhesión se remonta de manera inminente a Michael Buonocore, quien en el año de 1955 fue el primero en describir el efecto de grabado que producía una solución ácida sobre esmalte.8,9 Posteriormente, siguiendo los mismos principios que utilizó para lograr la adhesión al esmalte, Buonocore logró obtener la adhesión ahora a la dentina, utilizando ácidos más débiles para el acondicionamiento del sustrato, los cuales se mantenían menos tiempo en contacto con el tejido y utilizados en menor concentración. 5,10

A lo largo de las últimas décadas, los sistemas adhesivos han tenido diferentes clasificaciones, las cuales generalmente obedecen a modificaciones que van teniendo en su composición y en las técnicas de su aplicación.11

Un componente muy importante en los sistemas adhesivos es el solvente que contienen. Los más utilizados actualmente son acetona, etanol y agua.12,13

Los solventes son usados ya sea para eliminar el exceso de agua o para permitir la infiltración de monómeros de la resina hacia la dentina. De tal manera que el solvente es necesario para proveer una infiltración adecuada de monómeros hacia la matriz de colágena de la dentina desmineralizada. Entre los beneficios que los solventes ofrecen se encuentra también la propiedad que poseen para humedecer el sustrato, con lo que impiden el colapso de las fibras de colágena14 eliminando a su vez el exceso de agua de entre la matriz desmineralizada de la dentina.13

Sin embargo, después de cumplida su función, una vez colocado el adhesivo en la cavidad, el solvente debe ser eliminado, pues de no ser así, se ha demostrado que éste puede ocasionar una disminución en la interfase adhesiva, interfiriendo con la polimerización de la resina, debido a que se diluyen los monómeros de la resina y por lo tanto aumenta la permeabilidad de la capa adhesiva.12,14

La evaporación del solvente se encuentra relacionada con la presión de vapor del mismo. A mayor presión, la evaporación es más rápida. Es posible que quede solvente residual en el adhesivo, y las consecuencias que esto conlleva se encuentran relacionadas con la cantidad residual de solvente.15 Acetona y etanol son los solventes comúnmente utilizados como solventes de alta presión de vapor.13 Sin embargo, a pesar de que las resinas libres de solventes mantienen una adhesión más estrecha con la dentina, la durabilidad de la adhesión de las resinas al sustrato sigue siendo un reto clínico.16

Es a partir de estudios realizados sobre la estructura y la composición del esmalte y la dentina, así como también sobre la fisiología del complejo dentino-pulpar, que ha sido posible el desarrollo de nuevas técnicas y nuevos adhesivos dentinarios para lograr un mejor comportamiento del material restaurador.17

No obstante, en el momento de seleccionar un material restaurador, se debe buscar su compatibilidad biológica, siendo ésta una cualidad que debe prevalecer por sobre cualquier otra característica.18 Preservar la vitalidad pulpar es un requisito indispensable en cualquier procedimiento en odontología restauradora.19

Los conceptos actuales afirman que una vez sobrepasada la unión amelo-dentinaria, se entra en la pulpa, ya que embriológicamente y fisiológicamente son un mismo tejido, razón por la cual se denomina complejo dentino-pulpar. La Sociedad Europea de Biomateriales definió la biocompatibilidad como la habilidad que tiene un material para generar una apropiada respuesta biológica, cuando es aplicado sobre un tejido.20

Es importante destacar que para la utilización adecuada de los sistemas adhesivos, resulta necesario el conocimiento estructural y funcional de dicho órgano.19

Cuando cualquier sustancia es aplicada a los tubulillos dentinarios recién cortados se produce una reacción, dependiendo del grado de la lesión; si ésta es leve, produce aumento de la permeabilidad de los túbulos dentinarios, y si es severa, se puede llegar a producir vacuolización y atrofia de la capa odontoblástica, generando migración de las células de defensa, cambios en la sustancia fundamental, trombosis y hemorragia si los efectos se extienden hasta la capa subodontoblástica. De lo anterior se desprende la importancia de utilizar materiales que sean biológicamente apropiados.18,19

Las distintas composiciones de los adhesivos y la secuencia variable de su aplicación sobre dentina, se reflejan en la interface entre resina y diente. Se puede esperar que la capa híbrida selle herméticamente la interface entre el material restaurador y las paredes de la cavidad, previniendo así microfiltraciones marginales, cambios de color, caries secundaria y en consecuencia evitar una respuesta pulpar inflamatoria. Sin embargo, algunos estudios in vitro e in vivo, han demostrado que posterior a la aplicación de agentes adhesivos sobre la dentina, puede suceder que compuestos de la resina que no fueron fotopolimerizados, se difundan a través de los túbulos dentinarios y lleguen hasta la pulpa.21

Metodología

La presente investigación se realizó con el apoyo de 22 pacientes jóvenes que necesitaban extracciones de premolares por motivos ortodónticos. Dichos pacientes fueron informados al igual que sus padres sobre la investigación que se realizaba y accedieron a participar, quedando evidencia de ello en el formato de consentimiento informado.

La muestra constó de 58 premolares sanos, a los cuales como primer paso operatorio y tras la aplicación del anestésico local y aislamiento del campo, se les preparó una cavidad clase V con 2 mm de profundidad y cuidando realizar el preparado de la cavidad con la irrigación adecuada.

En seguida se procedió a la desinfección de la cavidad con clorhexidina al 2% para grabar posteriormente la superficie de la cavidad con ácido fosfórico al 37%. Después, se colocó el adhesivo dentinario con diferente solvente a cada una de las cavidades, eligiendo de manera aleatoria los premolares a los cuales se les iban a colocar los adhesivos y siguiendo estrictamente las indicaciones del fabricante.

 

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