Profunda crisis en el área | 30 OCT 13

Lanzan un alerta por la falta de especialistas en terapia intensiva

Médicos especialistas alertaron sobre una crisis profunda en el área, por dos razones fundamentales: la falta de nuevos profesionales y las condiciones laborales poco favorables...
Autor/a: Florencia O’Keeffe La Capital, Rosario

Los médicos especialistas en terapia intensiva alertaron sobre una crisis profunda en el área.
 
Florencia O’Keeffe / La Capital

El problema no es nuevo, pero se está agravando. Los médicos especialistas en terapia intensiva alertaron sobre una crisis profunda en el área, por dos razones fundamentales: la falta de nuevos  profesionales y las condiciones laborales poco favorables de quienes ejercen esta compleja tarea. Las dificultades se presentan en el ámbito público y privado y son mayores en las neonatologías y  unidades de cuidado intensivo pediátricas. Las autoridades de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (Sati) decidieron no esperar más y están llevando adelante una “movida” en todo el país para que las autoridades de salud a nivel nacional tomen cartas en el asunto. Cayetano Galletti, presidente de la entidad, definió al situación como “muy crítica” y aseguró que de no aparecer soluciones efectivas “en el corto plazo se estará resintiendo aún más la atención a los pacientes”.

“En la última década se agudizó la problemática en las terapias intensivas. Actualmente el 30% de los especialistas tenemos más de 40 años y en un plazo mediano nos iremos retirando; de hecho, una encuesta que realizamos demostró que el 40% de los intensivistas no piensan terminar su carrera profesional en esta especialidad”. Dijo que además “a las nuevas generaciones de médicos no les interesa el trabajo en estas áreas”.

¿Los motivos?

Una demanda excesiva de trabajo, la obligación de estar capacitándose en forma continua con altos niveles de exigencia, vacaciones escasas, guardias largas y sueldos magros. Un combo poco atractivo.

Desinterés. “El 50% de las becas para residentes en terapia intensiva quedan vacantes, y esta es una realidad que se da en los sanatorios y en los hospitales. Es imprescindible que se genere una política de mejora de las condiciones laborales en esta especialidad”, remarcó Galletti. Para respaldar sus afirmaciones, el presidente de la Sati ofreció algunos números: en el país existen aproximadamente unas 900 unidades de cuidado intensivo y unas diez mil camas; la recomendación internacional es que haya un especialista cada siete camas (más el jefe de terapia y un coordinador si se aumenta el número de pacientes). En la Argentina se necesitan unos 1.500 y hay 1.000. Las cuentas no dan. “Hoy muchos médicos internistas, cardiólogos y de otras especialidades cumplen el rol de intensivistas, y no dudo que muchos lo hacen muy bien, pero eso no es lo que corresponde”, reflexionó Galletti.

Los intensivistas (el 40% son mujeres) sufren un alto impacto en su vida cotidiana por haber elegido esta especialidad. Se trabaja muchas horas _dice el médico_ y se cubren demasiados frentes. Entre otros aspectos, la relación con la familia del paciente internado en cuidados críticos también fue cambiando con el tiempo y hoy plantea otras exigencias. “La población está más informada, quiere más respuestas y explicaciones, y es lógico y comprensible, pero sin dudas es una tarea enorme la que los terapistas tienen que llevar a cabo al momento de brindar los informes a los familiares”. Además, el contexto es más hostil. “Todo esto incrementa los esfuerzos”. Otro punto relevante tiene que ver con las guardias nocturnas. El 42% de los especialistas tiene dos guardias semanales, lo que los expone a un descanso inadecuado. “Creemos que la deserción que se está dando, y el poco interés de las nuevas generaciones, tienen que ver con todos estos aspectos”, comentó Galletti, convencido al igual que sus pares de que “llegó el momento de cuidar más a los que están y promover, a través de las mejores condiciones laborales, la incorporación de nuevos profesionales”.

Sobre este último punto, agregó: “Los paradigmas de los jóvenes cambiaron. Hace 30 años, cuando nosotros iniciamos este camino, nos movilizaba casi exclusivamente la vocación. Hoy la vocación es un elemento más pero no el único. Los médicos recién recibidos analizan claramente qué calidad de vida van a tener, cuánto van a ganar y cuál va a ser la demanda antes de elegir una especialidad”. pasi ón y acci ón. El profesional no dejó de mencionar que “quienes estamos en terapia intensiva sabemos que es una tarea apasionante, con muchos desafíos cotidianos y también muchas satisfacciones”. “Esa pasión, esa entrega, se puede ir perdiendo si no tenemos garantías de salarios más acordes, guardias limitadas, vacaciones adecuadas y jubilaciones anticipadas, como sucede en otras especialidades consideradas de riesgo”, detalló. “Creemos que estamos a tiempo de que las cosas mejoren. Hay que reconocer el problema y tener la voluntad de resolverlo”. En países como Chile o Brasil “se tomaron decisiones que permitieron mejorar el trabajo en las áreas de cuidados intensivos”.

Una lista con precisas recomendaciones

El comunicado que lanzó la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva hace algunos días ofrece un panorama claro de los alcances de la profesión y las demandas a las autoridades de salud. Entre esos pedidos se destacan: .

Pago diferenciado por funciones de conducción.  

No más de seis guardias activas por mes, cuatro en días de semana y dos en fines de semana .

Guardias rotativas de fines de semana .

Posibilidad de jubilarse a los 30 años de servicio desde el inicio de la residencia y con el 82% móvil . Licencia por estrés de 10 días hábiles al año.

Que cada unidad de terapia intensiva cumpla con los requisitos que se exigen a nivel internacional

. Trabajo en relación de dependencia con cobro de antigüedad

En el mismo documento, los médicos intensivistas nucleados en la institución, destacan que “la población debe conocer cuáles son las tareas de los profesionales de terapia intensiva que incluyen  procedimientos diagnósticos, de monitoreos y terapéuticos, manejo básico y avanzado de la vía aérea, asistencia ventilatoria, colocación de accesos vasculares venososo y arteriales, punciones abdominales, lumbares, traqueotomías, entre otras”. Los especialistas enfatizan que “todos estos aspectos técnicos y profesionales son imprescindibles como también lo son las tareas docentes, la realización de protocolos de investigación como pilar de avances científicos, la comunicación con la familia y decisiones del final de la vida”  La crisis en el modelo actual de asistencia médica en cuidados intensivos no es nueva pero se fue profundizando, agregan los médicos, quienes manifiestan con pesar y preocupación que “el recurso humano del intensivista, que suele ser crucial a la hora de salvar vidas, se está deteriorando”.

 

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