Los hallazgos proporcionan nuevas evidencias epidemiológicas que confirman la relación entre los trastornos del sueño y la obesidad.
No dormir aumenta la actividad asociada con el impulso de comer (izquierda) y disminuye la que controla la buena elección de alimentos./ Matthew Walker
Numerosas investigaciones han relacionado el aumento de la obesidad en los países industrializados con una constante disminución en las horas de sueño. Pero los mecanismos cerebrales implicados en el proceso aún no han sido suficientemente estudiados.
Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de California ha demostrado que la falta de sueño causa cambios en el cerebro asociados con un mayor deseo por alimentos altamente calóricos. Los resultados del estudio se publican hoy en la revista Nature Communications.
Según explica a SINC Matthew P. Walker, autor principal del trabajo, “estudios previos habían demostrado que las personas que duermen menos, tienden más al sobrepeso y obesidad. Nuestro estudio pretende lograr una mayor comprensión de los posibles mecanismos cerebrales que explican esta relación”.
El equipo de Walker llevó a cabo un experimento en el que participaron 23 individuos sanos (13 de ellos mujeres) y examinó su actividad cerebral tras una noche completa de sueño y después de una noche sin dormir.
Durante la medición de la actividad cerebral, llevada a cabo con un escáner de resonancia magnética, los participantes fueron decidiendo cuanto querían comer de un total de 80 elementos que les fueron mostrados.
"Promover que la gente duerma un número adecuado de horas puede ser una buena fórmula para facilitar el control de peso".
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