NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo no halló un aumento de la mortalidad a 30 días en los tres años posteriores al cambio de la norma que limita a 80 horas semanales el trabajo de los residentes. De hecho, se observó un descenso de la mortalidad en el cuarto y quinto año.
"Este estudio es muy bueno porque demuestra que con las modificaciones después del 2003 se redujo la mortalidad", dijo el doctor Sanjay Desai, director del programa de residencias del Hospital de Johns Hopkins University, Baltimore.
"Pero no sabemos si este resultado se debe a esos cambios o si fueron a pesar de esos cambios. Necesitamos saberlo para informar sobre este tipo de decisiones", agregó.
En 2003, la preocupación por los errores de los residentes somnolientos en los hospitales hizo que el Consejo de Acreditación de Educación Médica (ACGME, por su nombre en inglés) pusiera un límite de 80 horas semanales al horario de trabajo de los residentes.
En 2011, el ACGME volvió a limitar ese horario al imponer que los turnos de trabajo de los médicos menos experimentados no pueden superar las 16 horas.
Pero esa reducción del horario aumenta la cantidad de veces que un paciente cambia de manos. "Cada vez que eso ocurre, se pierde algo de información. Cuantas más manos intervienen, más aumenta el riesgo de errores", indicó Desai.
En Journal of General Internal Medicine, el equipo publica que las nuevas reglas no influyeron demasiado en la cantidad de pacientes que murieron inmediatamente después del cam