Epidemiología, clínica, microbiología | 22 ABR 13

La nueva cara de la endocarditis infecciosa

El S. aureus es el microorganismo aislado más frecuente en esta serie
Autor/a: Dra. Beatriz Sánchez Artola REMI 2013; 13 (4): 1846

Resumen

En un registro prospectivo francés del año 2008 de pacientes hospitalizados con un primer episodio de EI se analizan 497 casos con EI definitiva, siendo el 26,7% ACS. La incidencia estandarizada por edad y año es 33,8 casos/millón, con un aumento en varones de más de 50 años, en los que la mayoría de los casos son ACS. En 53% de los casos no existía cardiopatía previa. 13% portaban marcapasos o DAI y 21% prótesis.

El 14% de los pacientes no tuvieron fiebre, 34% sufrieron insuficiencia cardiaca, en 45% hubo eventos embólicos y en el 12% inmunológicos. El 93% tuvieron criterios ecocardiográficos mayores.

En 91% de los casos los hemocultivos fueron positivos, y el 5% no pudieron filiarse microbiológicamente. S. aureus fue el microorganismo más frecuente (más del 25% de los casos), siendo el 14% de las cepas resistentes a meticilina.

El 10% fueron causados por estafilococos coagulasa negativa (42% resistentes a meticilina). Sumando todas las especies de estreptococos, se aislaron en el 48% de los casos, de los que un 10,5% eran enterococos.

Los estreptococos estaban más frecuentemente relacionados con las formas comunitarias y los estafilococos con las ACS. 223 pacientes fueron operados.

La mortalidad hospitalaria fue del 23%, mayor en las ACS. La mortalidad de los pacientes con válvulas protésicas fue similar a aquellos con EI sobre válvula nativa.

En el análisis de regresión de Cox las variables predictoras de mortalidad fueron: edad, S. aureus, complicaciones cerebrales e insuficiencia cardiaca.

En el subgrupo de EI-ACS S. aureus fue el único factor de riesgo independiente de mortalidad.

Comentario

S. aureus es el microorganismo aislado más frecuente en esta serie, lo que confirma los hallazgos de observaciones previas. Su importancia no se limita a las ACS, sino que ha ganado peso en los casos comunitarios. S. aureus fue el principal factor pronóstico tanto globalmente con en el análisis de subgrupos.

Las principales limitaciones señaladas por los propios autores son el diseño fundado en notificación y no en búsqueda activa y la incertidumbre sobre la incidencia real de EI-ACS. La EI-ACS es pues un problema emergente que obliga a reflexionar sobre cómo prevenir y tratar la bacteriemia nosocomial/ACS. Los cambios en el perfil etiológico deben hacernos también adecuar las pautas empíricas a los mapas microbiológicos de nuestros centros.

 

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