Introducción
El fenómeno que está revolucionando la ortodoncia es la incorporación del paciente adulto a nuestras consultas, haciendo que los ortodoncistas no centremos ya nuestra actividad clínica de forma exclusiva en el niño y el adolescente, y auguremos casi el nacimiento de la ortodoncia geriátrica.
Por otra parte, también va aumentando el número de pacientes infantiles y adolescentes con problemas dentofaciales muy complejos, como los fisurados (Figura 1) y los que sufren síndromes generales con afectación craneofacial, que hasta hace pocos años no se consideraban candidatos para un tratamiento de ortodoncia, y que hoy buscan con fundada esperanza una solución
Todo ello ha hecho que se imponga como una exigencia ineludible el concepto de interdisciplinaridad en el trabajo del ortodoncista. Los ortodoncistas necesitamos la colaboración de otros expertos para poder resolver adecuadamente muchas maloclusiones y deformidades dentofaciales, pero además podemos contribuir a que nuestros colegas periodoncistas, implantólogos, prostodoncistas, cirujanos maxilofaciales, etc., puedan realizar mejor su propio trabajo.1
Ortodoncia y periodoncia
Dada la creciente demanda por parte de los pacientes, que conocen y padecen las limitaciones funcionales y estéticas que implica la destrucción periodontal, el ortodoncista tiene que estar capacitado para solucionar este tipo de casos con la máxima garantía de éxito.1
La estética dentofacial es de gran interés en la población adulta, lo que incrementa la demanda de tratamiento ortodóntico. En este grupo de pacientes, el principal factor de motivación es el deseo de mejorar su apariencia dental. Se debe dar atención especial al estado periodontal debido a que son más susceptibles. La enfermedad periodontal y sus secuelas como la formación de diastemas o la pérdida dental, por lo general, traen problemas estéticos y funcionales La enfermedad periodontal presenta usualmente movilidad dental, migración, formación de espacios y recesión gingival. El tratamiento ortodóntico debe iniciarse únicamente después de controlar la inflamación.2
Contraindicaciones al tratamiento de ortodoncia
1. Persistencia de una enfermedad activa a pesar de los procedimientos adecuados.3
2. Gingivitis. Los movimientos dentales exacerban el problema periodontal, por una desviación en la posición de la placa bacteriana hacia la región subgingival, aumentando el índice de pérdida de inserción periodontal y alterando la morfología ósea.3
3. Pérdida ósea excesiva, raíces cortas, reabsorciones radiculares.4
4. Imposibilidad de retención de dientes después del tratamiento. 4
5. Paciente no colaborador4
6. Anclaje insuficiente4
7. Enfermedades sistémicas avanzadas4
8. Movimientos dentarios hacia entornos desfavorables4
9. Dudas en cuanto a la mejoría periodontal, tras el movimiento dentario.4
Planificación del tratamiento ortodóntico periodontal
En pacientes susceptibles a la enfermedad periodontal, el tratamiento previo es prioritario. Luego de tres a cuatro meses, el periodoncista determinará si el paciente se encuentra estable periodontalmente para iniciar la ortodoncia.5
La terapia periodontal puede ser clasificada en quirúrgica y no quirúrgica. El tratamiento no quirúrgico incluye motivación del paciente, control de placa, raspaje supra y subgingival, y alisado radicular.6 La cirugía periodontal encierra una serie de procedimientos quirúrgicos que buscan prevenir o corregir defectos de origen anatómico, de desarrollo, traumáticos o inducidos por placa bacteriana que afectan la encía, la mucosa o el hueso alveolar. Los procedimientos de cirugía periodontal se utilizan para hacer aumentos gingivales, coberturas radiculares, aumento de rebordes edéntulos, tratamiento de frenillos, preservar la encía adherida, aumento y exposición de la corona clínica.7,8
Comentarios
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