Trabajadores rurales, recolectores de residuos y veterinarios

Recomiendan extremar las medidas de prevención contra la leptospirosis

Durante el 1º Congreso Internacional de Zoonosis y Enfermedades Emergentes y VII Congreso Argentino de Zoonosis, especialistas en medicina y epidemiología señalaron que la mayoría de los casos detectados se relacionan con una posible exposición laboral.

Peones rurales y agricultores, trabajadores de saneamiento y control de plagas, de frigoríficos, de tendidos de redes en altura, de conductos cloacales, recolectores de residuos, miembros de las fuerzas armadas, veterinarios y pescadores fueron identificadas como poblaciones de riesgo de leptospirosis y, por lo tanto, deben extremar medidas de prevención. La leptospirosis es una enfermedad de las consideradas profesionales, según la Ley de Riesgo de Trabajo (Ley 24.557). La mayoría de los casos detectados se relaciona con una posible exposición laboral.

En el marco del Primer Congreso Internacional de Zoonosis y Enfermedades Emergentes y VII Congreso Argentino de Zoonosis –apoyado por la fundación Mundo Sano– expertos en la materia analizaron el impacto de la leptospirosis, una de las zoonosis más comunes y la enfermedad de origen bacteriano de mayor incidencia en el decenio.

Se trata de  una enfermedad causada por una bacteria (leptospira interrogans) que los roedores urbanos (Rattus norvegicus y Rattus rattus) eliminan con su orina, contaminando el medio ambiente. Los roedores son huéspedes, ya que no padecen la enfermedad pero sí la contagian a seres humanos y a otros animales (caninos, bovinos, porcinos, equinos), cuando lesiones en la piel o mucosas superficiales entran en contacto con aguas y suelos contaminados.

Si bien hay profesiones expuestas a la enfermedad, la leptospirosis es una importante amenaza para quienes habitan en los sectores más postergados: calles de barro, construcciones precarias, basurales, exposición a inundaciones o aguas estancadas y ausencia de agua potable son algunos de los factores que predisponen a la alta presencia de roedores y perros callejeros. 

La leptospirosis es una de las denominadas enfermedades olvidadas, abordadas por Mundo Sano  en programas de investigación científica que se complementan con acciones de intervención directa, como campañas de difusión, prevención y control.

Cómo prevenir la enfermedad
Si bien existen vacunas para humanos y animales (pequeños y grandes), su aplicación no es obligatoria. Como medidas preventivas, los especialistas recomiendan no caminar descalzos en zonas húmedas, utilizar ropa, guantes y calzado apropiado para realizar tareas de riesgo, controlar la limpieza del hogar para evitar la presencia de roedores (un aspecto fundamental para disminuir el riesgo de infección), lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia y utilizar lavandina en zonas susceptibles de contaminación.

Síntomas de la leptospirosis
Inicialmente, las manifestaciones clínicas en los humanos (fiebre moderada, dolor de cabeza y dolor muscular) pueden confundirse con los síntomas de una gripe. Esta confusión, sumada al desconocimiento de la enfermedad, retrasa la primera consulta con el especialista. Al momento de la hospitalización, aproximadamente, el 65% de los afectados en nuestro país ingresa por neumonía; un porcentaje importante se agrava y sufre hemorragia pulmonar con distrés respiratorio, con una mortalidad que alcanza la mitad de los casos. Una de sus características es la ausencia de afección respiratoria en la vía superior. Es decir, el paciente no presenta mucosidad, ni estornudos, ni catarro.

La leptospirosis es una enfermedad de denuncia y notificación obligatoria que causó, desde principios de 2010, más de 340 casos Sin embargo, al presentar cuadros clínicos inespecíficos, se estima un subregistro de la enfermedad. Además, la Ley de Riesgos del Trabajo (Ley Nro. 24.557) la considera como una de las enfermedades profesionales e identifica sus agentes de riesgo, cuadros clínicos, exposición y actividades de riesgo. Al igual que los deportistas náuticos, los recolectores de residuos, matarifes y veterinarios, entre otros, están expuestos a la bacteria