Tratamiento | 31 OCT 11

Los antidepresivos durante el embarazo requiere una evaluación más minuciosa

Se estima que hasta el 23% de las mujeres embarazadas pueden presentar un episodio depresivo a lo largo del embarazo. Por lo tanto, resulta necesario contar con información para tomar decisiones a la hora de tratar una mujer embarazada y deprimida.
Autor/a: Dres. Yonkers K, Wisner K, Lockwood C y colaboradores Fuente: SIIC General Hospital Psychiatry 31(5):403-413, Sep 2009

Introducción y objetivos

En un informe publicado en 2005 se estimó que hasta el 23% de las embarazadas presentarán un episodio depresivo durante la gestación. De hecho, se observó un aumento significativo del consumo de antidepresivos durante el embarazo desde 1999 hasta 2003; por tal motivo, es necesario contar con información para tomar decisiones a la hora de tratar una embarazada y deprimida. A tal fin, el American College of Obstetricians and Gynecologists creó un grupo de trabajo para evaluar los datos publicados acerca de los riesgos de la depresión y del tratamiento antidepresivo durante el embarazo.

En el artículo que aquí se reseña se describe la información obtenida a partir de los diferentes estudios hallados, con el objetivo de evaluar la validez de la asociación entre la exposición al tratamiento antidepresivo y las complicaciones relacionadas con la reproducción. Se prestó especial atención a la relación entre la depresión materna y el empleo de antidepresivos y la aparición de complicaciones perinatales. Por último, se brinda información sobre el tratamiento de las mujeres con depresión que cursan un embarazo o lo están planificando.

Consecuencias negativas de la depresión materna sobre la reproducción

Se estima que sólo el 8% de las mujeres presenta un aborto espontáneo luego de la semana 6 de gestación. La información disponible sobre la asociación entre la depresión y los abortos espontáneos es escasa, y los estudios que abordan este tema presentan limitaciones que impiden obtener información concluyente. De acuerdo con lo establecido en algunos estudios, la depresión materna puede asociarse con un aumento del riesgo de dar a luz niños con peso bajo al nacer o pequeños para la edad gestacional. No obstante, la información disponible es insuficiente para obtener conclusiones definitivas al respecto. El nacimiento pretérmino tiene lugar antes de las 37 semanas de gestación. Según lo hallado en diferentes estudios, existiría una relación entre la depresión materna y dicha complicación. Sin embargo, también en este caso los estudios disponibles presentan limitaciones que impiden la obtención de conclusiones definitivas.

En la revisión bibliográfica efectuada no se hallaron estudios que permitan relacionar la depresión materna con la aparición de trastornos congénitos en los recién nacidos. Sin embargo, se informó que los hijos de madres depresivas presentan un nivel elevado de irritabilidad y una disminución del nivel de actividad, atención y expresión facial en comparación con los hijos de madres no depresivas durante el embarazo. Por esta razón, los autores señalan que es posible que los factores genéticos y perinatales influyan sobre la conducta de los hijos de madres depresivas. También se informó la presencia de similitudes fisiológicas entre las madres depresivas y sus hijos. Dichas similitudes incluyen la hipercortisolemia y la disminución de los niveles circulantes de dopamina y serotonina, entre otras. En un estudio se halló una asociación entre la depresión materna en las semanas 18 y 32 de gestación y el retraso del desarrollo de los hijos a los 18 meses de edad. En cambio, en otro estudio no se halló asociación alguna entre dichos factores. Son necesarias investigaciones adicionales para obtener conclusiones al respecto.

Consecuencias del tratamiento antidepresivo durante el embarazo

Los agentes prescritos con mayor frecuencia a las embarazadas con depresión son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). No obstante, la mayoría de las mujeres que reciben antidepresivos durante el embarazo toma otras drogas en forma concomitante. Esto impide la obtención de conclusiones válidas sobre las consecuencias del tratamiento antidepresivo durante el embarazo. Según lo informado en diferentes estudios, el tratamiento antidepresivo durante los primeros meses de embarazo aumenta el riesgo de aborto espontáneo. No se hallaron diferencias al respecto según el tipo de antidepresivo empleado. Los autores señalan que son necesarios estudios adicionales, donde se tengan en cuenta variables como el consumo de otras drogas y la edad materna, para concluir acerca de este tópico.

El tratamiento con ISRS o antidepresivos tricíclicos durante el embarazo puede asociarse con una disminución del peso al nacer, aunque los resultados de los estudios al respecto son heterogéneos. Se verificó el efecto de los ISRS sobre el peso al nacer, a pesar de la inclusión de diferentes factores de confusión en el análisis. Se ha informado que la incidencia de nacimientos de niños pequeños para la edad gestacional es significativamente superior en las mujeres con depresión en el embarazo que recibieron tratamiento antidepresivo en comparación con la observada en casos de depresión y ausencia de tratamiento. No obstante, la diferencia absoluta entre ambos grupos no fue elevada. No existe información suficiente para evaluar el efecto del momento y la duración del tratamiento con antidepresivos sobre el crecimiento fetal.

En numerosos estudios clínicos se halló una asociación entre el tratamiento con ISRS o antidepresivos tricíclicos y la menor edad gestacional. No obstante, en otros estudios no se comprobaron estos hallazgos. También se encontró que el efecto de los ISRS sobre la edad gestacional depende de la duración de la exposición prenatal. Cuanto mayor sea dicha duración, mayores serán las probabilidades de disminución de la edad gestacional.

En general, no se verificó una asociación entre el tratamiento prenatal con antidepresivos tricíclicos y la aparición de malformaciones estructurales. Se informó que no existió aumento de la frecuencia de malformaciones cardíacas asociado con la exposición prenatal a ISRS. No obstante, en algunos estudios sobre el efecto de la paroxetina, los resultados al respecto fueron positivos. También se informó una asociación entre la exposición prenatal a los antidepresivos y la aparición de defectos del flujo ventricular, onfalocele y craneosinostosis. De todas formas, en la mayoría de los estudios esa asociación no fue detectada.

La incidencia de anomalías cardíacas congénitas aumentaría entre los niños expuestos a ISRS y benzodiazepinas durante la vida intrauterina. Esto no sucedería en ausencia de tratamiento con benzodiazepinas. Entonces, es posible que la asociación entre el tratamiento con ISRS y las malformaciones congénitas se deba a la polimedicación materna. Puede concluirse que no existe información suficiente para afirmar la existencia de teratogénesis vinculada con la administración de ISRS. Respecto del efecto de otros antidepresivos, se informó una asociación entre la exposición a inhibidores de la recaptación de noradrenalina  y a inhibidores de la recaptación de noradrenalina y serotonina y el parto pretérmino o la aparición de síntomas neonatales, como las convulsiones, la hipoglucemia y los trastornos respiratorios. Sin embargo, la información disponible al respecto es escasa y heterogénea.

En relación con las consecuencias neuroconductuales de la exposición al tratamiento antidepresivo, se informó una asociación entre la administración de agentes tricíclicos y la aparición de irritabilidad y convulsiones. También se halló una relación entre el antecedente de exposición prenatal a los ISRS y la afectación transitoria de la adaptación neonatal durante los primeros días de vida, caracterizada por hipoglucemia, taquipnea, llanto débil o ausente y convulsiones, entre otros síntomas. Otra complicación perinatal asociada con la exposición a los ISRS es la hipertensión pulmonar persistente y la hipoxia neonatal resultante, con riesgo de insuficiencia cardíaca. La información disponible sobre los efectos a largo plazo vinculados con la exposición prenatal a los ISRS es escasa. No obstante, se comunicó la ausencia de afectación neurocognitiva a los 6 a 9 meses de vida. En niños con antecedente de exposición prenatal a antidepresivos tricíclicos tampoco se observó una afectación conductual, cognitiva o de temperamento. Una vez más, los autores señalan que son necesarios estudios adicionales para obtener conclusiones definitivas al respecto.

Terapia electroconvulsiva durante el embarazo

La terapia electroconvulsiva se considera segura y efectiva para el tratamiento de las embarazadas con depresión grave. Esto es especialmente válido en ausencia de una respuesta adecuada al tratamiento antidepresivo farmacológico y en presencia de un riesgo para la vida de las pacientes. La existencia de una asociación entre la terapia electroconvulsiva y el riesgo para el feto o para la madre embarazada ha sido escasamente documentada.

 

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