Recomendaciones de la OMS | 17 NOV 10

Una voz de alarma contra el sedentarismo

La OMS elabora recomendaciones de actividad física para todas las edades.


Un grupo se entrena en la India. | Afp

Hacer frente al grave problema de sedentarismo que sufre gran parte del planeta. Ese es el objetivo de las recomendaciones globales sobre actividad física que acaba de elaborar la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estas directrices, adaptadas a grupos de edad que van desde los 5 a los 17 años, de los 18 a los 64 años y de los 65 años en adelante, ofrecen consejos sobre la frecuencia, la duración, la intensidad y el tipo de ejercicio apropiado para cada individuo y pretenden servir de guía a responsables de autoridades sanitarias de todo el mundo.

Según este manual, la actividad física recomendada para niños y jóvenes es de al menos 60 minutos de ejercicios de intensidad moderada a vigorosa. En esta etapa, el sedentarismo debe evitarse a través de "juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias".

La mayor parte de este ejercicio diario debería ser aeróbico, continúa el manual. "Sin embargo, se deberían realizar también actividades de mayor intensidad, incluidas aquellas que fortalezcan músculos y huesos, al menos tres veces por semana", señala.
Adultos

Para los adultos entre 18 y 64 años, el documento propone la realización de actividades físicas que incluyen ejercicio durante el tiempo libre, caminar o ir en bicicleta, realizar ejercicio en casa, juegos, deportes y ejercicio planificado. Todo esto puede llevarse a la práctica "en el contexto de las actividades diarias, en el entorno familiar y en las actividades comunitarias", insiste el texto.

Según su propuesta, este grupo debe realizar "al menos 150 minutos diarios de actividad aeróbica de moderada a intensa durante la semana o al menos 75 minutos de ejercicio aeróbico intenso semanal o una combinación equivalente de actividad de ambas intensidades".

Y, para conseguir "beneficios adicionales en salud", los adultos deberían incrementar el tiempo dedicado a la actividad aeróbica y fortalecer los músculos "dos o más días por semana".
Tercera edad

Para el grupo de 65 años o más, la OMS propone realizar el mismo tipo de ejercicio que el resto de los adultos. A ellos les recomienda realizar "al menos 150 minutos de ejercicio físico aeróbico de moderado a intenso cada semana o al menos 75 minutos de actividad intensa semanal o una combinación de ambos ritmos". El ejercicio debe realizarse en intervalos "de al menos 10 minutos".

Para conseguir beneficios adicionales, deben incrementar su actividad física moderada hasta los 300 minutos semanales o dedicarse durante 150 minutos semanales a realizar una actividad física intensa o un equivalente combinado de ejercicio moderado e intenso.

"Los mayores con problemas de movilidad tienen que practicar ejercicio físico para mantenerse y prevenir las caídas tres o más días a la semana. Las actividades para fortalecer los músculos deben realizarse dos o más días a la semana", señalan desde la OMS.


Sedentarismo inaceptable

J. L. de la Serna | J. Beneytez (vídeo) | Madrid

Permitan que les recuerde seis enfermedades muy frecuentes que tienen un denominador común. Las podemos prevenir y tratar nosotros mismos. Aunque algo de ayuda médica vamos a necesitar, evitarlas o paliarlas dependerá sobre todo de uno mismo.

Son la hipertensión, la obesidad, la diabetes tipo 2, la osteoporosis, la depresión y la ansiedad. Incluso podríamos añadir otra más a lista, y muy importante: el cáncer.

Con los datos que ahora se conocen, estos siete jinetes del apocalipsis sanitario además de muerte y sufrimiento van a ser responsables de una carga económica difícil de asumir por casi todos los países del mundo. Los economistas opinan que la crisis económica que todavía sufrimos, surgida en Wall Street y producto del descontrol y la avaricia, será un juego de niños comparado con lo que se avecina si no cambiamos el panorama sanitario en el planeta.

Lo que, junto al tabaco, es el mayor factor de riesgo evitable que tenemos es algo que está muy generalizado: la vagancia. El sedentarismo es incompatible con la salud y el mover el esqueleto más allá de un paseíto diario es una obligación innegociable que deberían tener todos los ciudadanos.

La evidencia científica probando la excelencia del ejercicio físico de cierta intensidad y con frecuencia (seis o siete horas de caminata rápida a la semana) es ya abrumadora. El último ejemplo se publicó la semana pasada en una prestigiosa revista médica: el 'JAMA'. Un estudio controlado probaba cómo la combinación de dieta y ejercicio intenso mejoraba los factores de riesgo vascular de pacientes obesos, muy obesos.

Por otra parte, a día de hoy no hay píldora alguna que ayude de verdad a perder peso. Hay pocas posibilidades que exista algún día. Además, conviene desconfiar bastante de los remedios mágicos que se venden sin receta en farmacias o herboristerías. Todas las autoridades sanitarias del mundo deberían estar dándole vueltas a cómo fomentar el ejercicio físico. Si no conseguimos modificar los hábitos de vida de nuestra sociedad, dentro de pocos lustros tendremos un lastre de enfermedad y muerte insoportable que incluso dificultará mucho el progreso que todos anhelamos.


Abusar de la 'tele' mata

    * El sedentarismo eleva la mortalidad por cualquier causa, especialmente las cardiacas
    * El trabajo se fijó en la 'caja tonta', pero cualquier sedentarismo prolongado es perjudicial

MARÍA VALERIO

MADRID.- Así de simple y así de espeluznante. Cada hora que pasamos sentados delante del televisor aumenta nuestro riesgo de sufrir un evento cardiaco, según una nueva investigación austaliana que añade nuevas evidencias sobre los peligros del sedentarismo. Y aunque el trabajo se centró en el hábito de ver la 'tele', los expertos advierten: cualquier comportamiento que implique pasar varias horas al día sentados pone en peligro nuestra salud cardiovascular.

Porque, como recuerda uno de los autores de este nuevo trabajo que se publica en la revista 'Circulation', David Dunstan: el cuerpo humano fue diseñado para moverse, no para estar sentado varias horas al día. El problema, como reconoce este especialista en Actividad Física del Instituto Baker de Victoria (Australia), es que "un montón de actividades de la vida diaria que requerían estar de pie y moverse se han transformado para que estemos sentados".

Así que, como alertan Dunstan y su equipo, muchos seres humanos se pasan la vida cambiando de una silla a otra a lo largo del día, sin ejercitar ni un sólo músculo. Por eso, en la investigación que acaban de dar a conocer, los riesgos del sedentarismo eran obvios incluso para individuos con un peso normal, independientemente de otros factores de riesgo.

Concretamente, el estudio evaluó a casi 8.000 individuos mayores de 25 años entre 1999 y 2006. En función de sus hábitos televisivos los dividieron en tres grupos: el de quienes veían la 'caja tonta' menos de dos horas diarias, entre dos y cuatro horas al día y, finalmente, quienes lo hacían más de cuatro horas.
Incluso con un peso normal

En esos siete años de seguimiento se registraron 284 muertes en la muestra, 87 por problemas cardiovasculares y otras 125 por cáncer. Y aunque en el caso de los tumores se observó una relación residual con el hábito de ver la televisión, la relación era mucho más clara para los trastornos coronarios.

Frente a los individuos del primer grupo, los investigadores calculan que quienes veían la 'tele' más de cuatro horas al día tienen un 46% mayor riesgo de muerte (por cualquier causa) y hasta un 80% si sólo se tienen en cuenta los fallecimientos por causas cardiovasculares. Hay que tener en cuenta que la media diaria de televisión en países como Australia o Reino Unido es de tres horas; frente a las ocho que se pasan ante la pantalla los estadounidenses o las 3,7 de los españoles.

Por cada hora diaria de televisión, los investigadores calculan que existe un 11% más de riesgo de mortalidad por cualquier causa, y hasta un 18% en el caso de patologías cardiovasculares. Así como un 9% más de mortalidad por cáncer. El peligro se mantuvo incluso después de tener en cuenta otros factores como el colesterol, la tensión, el tabaco, el perímetro de la cintura o una dieta rica en grasas.

"Incluso para alguien con un peso normal, estar sentado varias horas al día tiene una mala influencia en sus niveles de glucosa y de grasas en el organismo", advierte Dunstan para concluir. "Moverse más y más a menudo", puede ser un buen lema para empezar el año, apuntan.

 

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