Mundial y corazón: el riesgo de infartos casi se triplica

Un estudio reveló que, durante un Mundial, los días de partido triplican el riesgo de eventos cardiovasculares en los varones. Y, entre las mujeres, el número de casos crece casi dos veces. La cosa empeora sin hay penales: la tensión acorta la distancia a ... la unidad coronaria.

La asociación entre las enfermedades del aparato cardiovascular y el ejercicio ha sido bien identificada desde hace ya largo tiempo. Y esto no se limita al corazón; el deporte puede en algunos casos comprometer otros territorios, como el cerebro.

Esta alteración no siempre tiene que ver con una interrupción de la nutrición del órgano (es decir, con el "taponamiento" de una arteria); los trastornos de ritmo -las arritmias- también juegan este partido. Sin embargo, lógicamente el punto más crítico en la comunidad es una sensación de mayor vulnerabilidad frente a un evento de alto contenido emocional.

 
La influencia del deporte en la presentación de eventos cardiovasculares ha sido bien definida, y tanto los jugadores como los referís pueden presentar angina de pecho e infarto de miocardio (particularmente en los mayores de 30 años). Pero no sólo ellos: el espectador también se rodea de una atmósfera cargada de stress emocional y puede pagarlo caro.

Es particularmente complejo definir si en una situación de estas características no influyen factores concurrentes, como la falta de descanso, la sobrecarga de sodio que suele acompañar la "previa" a un partido (asados y picadas, entre otros), el exceso de tabaco y, en general, un menor compromiso con las indicaciones médicas particulares en cada caso.

Pero ha sido ampliamente demostrado que las situaciones abruptas que involucran una arista emocional de altísimo voltaje condicionan una mayor cantidad de casos de enfermedad cardiovascular. Así se ha evidenciado en terremotos o eventos abruptos, con una connotación claramente negativa.