Efectos adversos | 29 MAR 10

Asociación entre el tratamiento con antidepresivos y las disfunciones sexuales

La aparición de disfunciones en las diversas etapas del ciclo sexual parece un efecto adverso frecuente del tratamiento con antidepresivos tanto en los varones como en las mujeres, con variaciones que dependen de los fármacos utilizados.

Introducción

Los antidepresivos de primera generación incluyen los tricíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa. Ambos grupos de fármacos se asocian con sedación, aumento ponderal y efectos adversos cardíacos y anticolinérgicos potencialmente mortales. Después de la creación de los nuevos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o de serotonina y noradrenalina, se ha considerado la evaluación de otros efectos adversos, como las disfunciones sexuales (DS). Estas reacciones adversas se clasifican de acuerdo con el momento de su aparición durante el ciclo sexual normal, ya que pueden comprometer el deseo, la fase de excitación (agrandamiento del clítoris y lubricación vaginal en la mujer, función eréctil en el varón) o el orgasmo. Los fármacos con efectos sobre el sistema serotoninérgico pueden comprometer de manera negativa las tres fases, aunque se han descrito eventuales diferencias entre los varones y las mujeres.

No obstante, no se ha estimado con certeza la repercusión de los nuevos antidepresivos en relación con las DS. Se destaca la necesidad del uso de cuestionarios específicos o del interrogatorio dirigido para confirmar la importancia de la investigación específica de la vida sexual en estos pacientes.

En el presente metanálisis, los autores se propusieron la cuantificación de las DS asociadas con el tratamiento antidepresivo en función de las conclusiones de diversos estudios en los que se investigó este grupo de efectos adversos.

Métodos

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica de los artículos publicados hasta julio de 2008 en las redes Medline e ISI Web of Knowledge. Se eligieron palabras claves predefinidas en inglés. Se incluyeron los estudios en los que se investigó la función sexual de personas tratadas con monoterapia con antidepresivos, con el uso de cuestionarios dirigidos y específicos. Se seleccionaron tanto ensayos a doble ciego como protocolos abiertos, transversales y retrospectivos.

Se excluyeron los artículos en los cuales se utilizaron fármacos antidepresivos como tratamiento de una DS primaria o como sustituto de una terapia previa, así como aquellos ensayos en los que sólo participaron individuos con DS o en los cuales se utilizaron estos fármacos sólo unos pocos días al mes, como en los trastornos de disforia premenstrual. Del mismo modo, no se consideraron los trabajos en los que no se dispuso de al menos un parámetro de respuesta dicotómica.

Se definió como criterio principal de valoración del metanálisis, la tasa de todas las DS atribuidas al tratamiento antidepresivo. Entre los criterios secundarios se mencionan los índices de DS relacionados con cada fase individual del ciclo sexual. Se obtuvieron los datos de cada uno de los trabajos, con la aplicación de técnicas de análisis de efectos fijos y una interpretación según el modelo por intención de tratar. En los artículos en los cuales no se identificó un grupo placebo se calculó la media ponderada para este parámetro a partir de los estudios controlados. Se estimó el nivel de heterogeneidad entre los distintos ensayos por medio de técnicas estadísticas específicas.

Resultados

El promedio de las DS asociadas con el uso de placebo fue de 14.2%, mientras que la mayor parte de los antidepresivos se vincularon con tasas significativamente superiores a este nivel. El citalopram, la fluoxetina, la paroxetina, la sertralina y la venlafaxina se relacionaron con los mayores índices de DS. Otros fármacos, como la fluvoxamina, el escitalopram, la duloxetina, la fenelzina y la imipramina se vincularon con una tasa de DS significativamente mayor que la relacionada con el placebo, si bien la magnitud resultó menor que con el primer grupo de fármacos citado por los autores. No obstante, tanto la amineptina como la agomelatina, el bupropión, la mirtazapina, la moclobemida y la nefazodona se asociaron con un porcentaje de DS similar o incluso inferior al placebo.

Mediante los análisis de sensitividad se demostró que el uso de diferentes escalas de evaluación se asoció con variabilidad significativa en el cálculo absoluto de las DS. De esta manera, la aplicación de sistemas de puntuación como Changes in Sexual Functioning Questionnaire y Psychotropic-Related Sexual Dysfunction Questionnaire se relacionó con mayores porcentajes de DS. Por el contrario, el interrogatorio dirigido sin el agregado de cuestionarios específicos se asoció con una menor prevalencia de DS.

En cuanto a los criterios secundarios de valoración, la tasa de efectos adversos asociados con el placebo en las fases de deseo, excitación y orgasmo se calculó respectivamente en 3.8%, 3.5% y 6.7%. Se señala que, con la excepción de la mirtazapina y el escitalopram, los fármacos que no se relacionaron de modo global con las DS tampoco se vincularon con estas alteraciones en el análisis de subgrupos. En cambio, se observó que el bupropión podría asociarse con mayor proporción de DS en la fase de excitación en comparación con el placebo. Por otra parte, la administración de selegilina por vía transdérmica pareció vincularse con menores índices de disfunciones en el deseo y la excitación sexual en comparación con el placebo. No obstante, en el único estudio en el cual se investigaron los efectos adversos de esta modalidad de administración de selegilina sólo se describieron las DS relacionadas con la fase de excitación en los varones.

 

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