La Cordocentesis de Emergencia Salva a Camilo | 01 JUL 09

Intervienen al feto a través del cordón umbilical en el centro medico Imbanaco - Cali

Un extraño virus produjo una anemia aguda al feto de 31 semanas. una intervención en el mismo vientre de la madre, le permitió al bebé proseguir su proceso de gestación.

• UN EXTRAÑO VIRUS PRODUJO UNA ANEMIA AGUDA AL FETO DE 31 SEMANAS. UNA INTERVENCIÓN EN EL MISMO VIENTRE DE LA MADRE, LE PERMITIÓ AL BEBÉ PROSEGUIR SU PROCESO DE GESTACIÓN.


• LA CORDOCENTESIS, UN PROCEDIMIENTO ESPECIAL, PERMITIÓ UNA TRANSFUSIÓN DE EMERGENCIA DE GLÓBULOS ROJOS PREPARADOS, A TRAVÉS DEL CORDÓN UMBILICAL Y SACAR DE ESTADO DE AMENIA Y DEL RIESGO INMINENTE DE MUERTE DEL BEBÉ.


• DURANTE 50 MINUTOS, ATRAVÉS DE LAS IMÁGENES DE ECOGRAFÍA Y ESTUDIO DOPPLER, LOS ESPECIALISTAS SIGUIERON PASO A PASO EL ESTADO Y LA EVOLUCIÓN DEL BEBÉ, HASTA NORMALIZAR SU CONDICIÓN CRÍTICA.


• EL PEQUEÑO CAMILO, A LAS 37 SEMENAS, NACIÓ EN PERFECTAS CONDICIONES EL PASADO 7 DE FEBRERO Y ESTE DOMINGO ESTRENA COMO MADRE A JAMILETH, LA JOVEN CALEÑA DE 17 AÑOS, QUIEN CELEBRA EL MILAGRO DE LA CIENCIA MÉDICA.

 

Tenía apenas cinco gramos de hemoglobina, es decir una anemia fetal extrema (12 y 15 gramos, normal). El pequeño Camilo, en su instinto de supervivencia, dormía profundamente. Para evitar todo movimiento que significara agotar la poquísima energía que le quedaba en su pequeño organismo en gestación.
Realmente se estaba muriendo. Cumplía su semana 31, en el vientre de su madre. Un extraño virus, el parvovirus B19, le había producido una “hidrops fetal no inmune” (acumulación de líquido en tórax, vientre y cuero cabelludo) secundaria a anemia fetal severa, que bloqueaba de la medula ósea e impedía la producción de los glóbulos rojos. Así lo corroboraron, a través las imágenes de ecografía  y el estudio doppler, el perinatólogo Gustavo Vásquez y ginecobstetra, Juan Carlos Quintero.
 “¡Era un caso raro!”, dijo el doctor Vásquez, al explicar que esta patología suele ocurrir cuando hay incompatibilidad del factor  Rh. (Madre Rh negativo, con esposo y feto, Rh positivos) y en casos de infecciones.
 “El bebé estaba inflamado, precisamente por la presencia anormal de líquido en el tejido celular subcutáneo, en el tórax y el abdomen”, señaló el doctor Vásquez.
Con el diagnóstico, Jamileth Holguín, la joven madre de 17 años, abrazó con fuerza su vientre. Sintió miedo…y no por ella, sino por perder a su bebé.
 “Ese día amanecí con los pies hinchados. Tenía la cara hinchada. Luego me dio fiebre, dolor de cabeza y dolor del cuerpo y las articulaciones. Por eso decidí consultar a los médicos”, dice la joven.

INTERVENCIÓN AL FETO


Como los médicos encontraron que se trataba de un caso extremo, donde corrían riesgo la vida del bebé, programaron una intervención de emergencia al feto, a través de un  procedimiento conocido como cordocentesis (Ver recuadro).
Después de valorar ecográficamente al feto, su ubicación, la ubicación placentaria y del cordón umbilical, el estudio doppler les confirmó la anemia fetal severa, por lo que procedieron a realizar la cordocentesis.
Una punción, con una aguja especial, les permitió a los especialistas, tomar una pequeña muestra de la sangre fetal que al procesarla y analizarla en laboratorio y les confirmó  la anemia severa  de 5 gramos. 
 “Sentí la punción y sentí nervios. Y le pedí a Dios que me lo salvara”, dice Jamileth, al recordar el momento de la intervención.
Los especialistas dirigieron la aguja hasta el cordón umbilical y las imágenes corroboraron los resultados del laboratorio: la severidad de la anemia había producido un hidrotórax (presencia anormal de líquido en el tórax), edema del cuero cabelludo, con riesgo de producirse, incluso lesión cardiaca, es decir una  miocarditis fetal (daño en el corazón).
Luego, a través de la misma aguja, los médicos procedieron a  trasfundir 100 centímetros de glóbulos rojos concentrados, es decir preparados y desleucocitados (sin leucocitos).
Entre la evaluación de las condiciones de la madre, del estado del bebé, las pruebas de laboratorio y la intervención intrauterina, transcurrieron 50 minutos. El sumo cuidado, el detalle de cada imagen y la pericia, reinaron en el ambiente.
Terminado el procedimiento, la respuesta fue inmediata. Las primeras muestras de sangre revelaron una hemoglobina de 12.5 gramos. El feto se movió. Salió del letargo, de su instinto de sobrevida, e inició los movimientos propios del bebé en el vientre. De vuelta a la vida.
 “Entre el 70 y el 80 por ciento de estos tratamientos tiene éxito, aunque existen los riesgos, que dependen de la complejidad del estado de la madre y del estado de anemia en que se encuentra el bebé. El riesgo de muerte fetal es del 5 por ciento.  Por fortuna, en este caso, todo salió muy bien”, señaló el doctor Quintero.
“Creo que es un milagro de Dios, que guió las manos de los médicos”, celebra la joven madre, mientras mece en sus brazos al pequeño Camilo y lo pasea por los pasillos de su casa, en Vallegrande, sector vecino de Agua Blanca.
Alrededor del 60 y el 80 por ciento de los bebés en estado anémico agudo, como Camilo, muere en la semana siguiente, si no se interviene. Las evaluaciones posteriores confirmaron, que en este caso, había una franca mejoría.

 

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