El Bevacizumab.

Una droga contra el cáncer que tendría un grave efecto colateral

Combinado con quimioterapia, podría generar perforaciones gastrointestinales.

Fuente: Clarin.com

El último estudio del Centro de Estudios para el Cáncer de la Universidad Stony Brook de Nueva York, en los Estados Unidos, reveló que los pacientes con cáncer tienen un riesgo "significativamente alto" de sufrir perforaciones gastrointestinales, e incluso la muerte, si combinan la quimioterapia con la droga bevacizumab. Se trata de un prometedor fármaco oncológico que demostró su eficacia en el tratamiento del cáncer de colon, el cáncer de mama, el cáncer de pulmón no microcítico y también en el carcinoma de células renales.

La investigación fue publicada ayer en la revista médica "The Lancet Oncology". Dirigido por el profesor Shenhong Wu, el trabajo analizó a 12.294 pacientes con distintos tipos de tumores sólidos (linfomas y carcinomas). Descubrió que la incidencia de las perforaciones gastrointestinales era del 0,9 por ciento. También llegó a la conclusión de que esa incidencia se duplicaba en los pacientes que recibían el bevacizumab. Y que en esos casos, el 21.7 por ciento de los afectados moría a causa de esa complicación.

En el artículo se añade que el riesgo se multiplica en el caso de los pacientes que se encuentran en estados avanzados de cáncer colorrectal y de cáncer de células renales.

El bevacizumab pertenece al tipo de fármacos conocido como "inhibidores de la angiogénesis", utilizados para bloquear la creación de nuevos vasos sanguíneos y así frenar el crecimiento de los tumores. La droga en cuestión también está en fase de investigación en otras patologías.

Ya había sospechas de que el bevacizumab podía causar perforación gastrointestinal en pacientes sometidos a quimioterapia, e incluso la Agencia para la Alimentación y los Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) había sugerido suspender en estos casos su administración, pero no existía hasta ahora una evidencia con suficiente fundamento médico para afirmarlo.

Esa fue la tarea que se impuso un equipo del Centro para el Cáncer de la Stony Brook University de Nueva York. El riesgo se incrementaba o se reducía en función de la dosis de bevacizumad, ya que se constató que con una dosis semanal de 2,5 miligramos por kilogramo las probabilidades aumentaban en un 61 por ciento, y que con una dosis de 5 miligramos por kilo lo hacían en un 167 por ciento.

La incidencia de las perforaciones en el sistema gastrointestinal también guarda relación, según la investigación, con los distintos tipos de tumores, siendo los relacionados con el cáncer colorrectal y renal los de mayor riesgo, y los relacionados con el cáncer de páncreas los que presentaban un menor índice de casos.

"Dado que el bevacizumab se utiliza de manera rutinaria en el tratamiento del cáncer, será importante que de manera creciente reconozcamos los síntomas que apunta a una perforación y que se intervenga pronto para reducir la morbilidad y la mortalidad", concluyeron los científicos dirigidos por Shenhong Wu.

"Nuestro estudio puede ayudar a identificar un subgrupo de pacientes a los que se está suministrando bevacizumab con un alto riesgo de perforación asociado a este fármaco", añadieron.

Opinión

Debe tenerse mucho cuidado al referirse al bevacizumab porque es un medicamento que reciben muchos pacientes con cáncer en la Argentina y en el mundo. Representa a las nuevas terapias biológicas. Es el siguiente paso después de los tratamientos con quimioterapia. Llegó para agregarle a la oncología una cuota muy importante en pacientes con cáncer de colón, de pulmón, de mama y recientemente se comprobó su beneficio para el cáncer de cerebro. Su aplicación -aprobada por la FDA y la ENEA- tiene un beneficio fundamental sólo en estos cuatro tipo de cánceres: mejora el período libre de prolongación de la enfermedad (el de recaída) y en algunos casos puede modificar la sobrevida.

Este fármaco se aplica por vía endovenosa cada 14 ó 21 días, dependiendo del paciente y la enfermedad. Hay una toxicidad posible si se aplica inadecuadamente, fundamentalmente en algunas patologías, como el cáncer de ovario. Sin embargo, aunque produzca efectos colaterales -como perforaciones gastrointestinales, hemorragias pequeñas, hipertensión, cansancio-, es mayor la eficacia que el costo, desde lo médico.

Uno acepta cierto costo, pero si se quiere evitar el riesgo o prevenir esos efectos, no deben haber procedimientos quirúrgicos entre las 4 y 6 semanas siguientes a su aplicación. Lo importante es que sea un tratamiento espaciado y que se controlen la presión arterial y los parámetros de laboratorio.

Carlos Bas
Oncólogo clínico
Hospital Alemán


Jano.es

Bevacizumab duplica el riesgo de perforación gastrointestinal

Según concluye un metanálisis publicado en The Lancet Oncology, el efecto es dosis dependiente y más común en el cáncer colorrectal y de células renales

Según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro del Cáncer de la Universidad Stony Brook de nueva York (Estados Unidos) y publicado en la edición digital de la revista The Lancet Oncology (doi:10.1016/S1470-2045(09)70112-3), el bevacizumab, fármaco anticancerígeno de uso extendido, duplica el riesgo de perforación gastrointestinal grave. Es más; la mortalidad asociada con la perforación de estómago o intestinos se estableció en más del 20% en los participantes en tratamiento con bevacizumab, fundamentalmente pacientes con cáncer colorrectal avanzado y cáncer renal.
 
El bevacizumab pertenece a una clase de fármacos llamados inhibidores de la angiogénesis, que ralentizan el crecimiento de los tumores al cortarles su suministro sanguíneo. El fármaco es beneficioso en el tratamiento de muchos tipos de cáncer, incluido el colorrectal, el de células renales, el de pulmón no microcítico y el de mama.
 
Con objeto de evaluar el papel de bevacizumab en la perforación gastrointestinal, los investigadores, dirigidos por el Dr. Shenshong Wu, realizaron un metanálisis de 17 ensayos en los que participaron un total de 12.294 pacientes con distintos tumores sólidos. Los autores también examinaron si la dosis del fármaco o tener un tipo específico de cáncer se relacionaba con un mayor riesgo de perforación.
 
Los resultados mostraron que una incidencia de perforación gastrointestinal del 0,9%, con un riesgo dos veces mayor en pacientes que recibían el fármaco en comparación con los controles, y una mortalidad de un 21,7% en quienes desarrollaban la perforación. La probabilidad de que se produjera el trastorno dependía de la dosis del fármaco. Así, las menores cantidades de bevacizumab (2,5 mg/kg por semana) incrementaban el riesgo de perforación gastrointestinal en un 61%, incremento que en el caso de las mayores dosis (5 mg/kg por semana) se elevaba hasta un 167%.
 
La incidencia de las perforaciones variaba entre los pacientes con diferentes tumores, estableciéndose las más elevadas en aquellos con cáncer colorrectal avanzado y cáncer de células renales –y la más baja en los pacientes con cáncer de páncreas.
 
Por todo ello, según concluye el Dr. Wu, “dado que bevacizumab es un fármaco ampliamente usado en el tratamiento de rutina del cáncer, resulta de vital importancia reconocer los síntomas que indican la perforación e intervenir de forma rápida para reducir la morbilidad y los fallecimientos”.


The Lancet Oncology (doi:10.1016/S1470-2045(09)70112-3)