Introducción
La obtención de un acceso intravenoso periférico es una habilidad esencial para todos los médicos. Aunque es uno de los procedimientos más sencillos, el dominio de su técnica puede salvar vidas y requiere habilidad y experiencia.
Indicaciones
La introducción de un catéter en una vena periférica tiene un amplio espectro de aplicaciones clínicas, incluyendo la administración de fármacos, hidratación y transfusiones de sangre y sus derivados como así durante la cirugía, la atención de emergencias y otras situaciones en las cuales es necesario tener acceso al torrente sanguíneo.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones relativas para la inserción de un catéter intravenoso periférico en un sitio específico del cuerpo pueden ser las infecciones, flebitis, venas esclerosadas, infiltración intravenosa previa, lesiones por quemaduras o traumáticas próximas al sitio de inserción, fístula arteriovenosa en una extremidad y procedimientos quirúrgicos que afectan una extremidad. Otras situaciones pueden impedir el acceso intravenoso periférico como la deshidratación extrema o el shock, debido al colapso de las venas periféricas. Cuando el acceso a las venas periféricas es imposible y en las situaciones en las que el procedimiento para acceder a la vena periférica puede tomar demasiado tiempo, podría requerirse la inserción de un catéter venoso central o intraóseo o cortar una vena periférica.
Anatomía
El conocimiento detallado del sistema venoso de las extremidades superiores e inferiores facilita la cateterización. Las extremidades superiores tienen dos sistemas principales: las venas cefálica y basílica. El sistema venoso de las extremidades inferiores consiste en las venas safenas mayor y menor.
Elección del sitio
La elección de un sitio para la cateterización intravenosa depende de muchos factores, incluyendo el tipo de catéter elegido, la accesibilidad de la vena según la posición del paciente, la edad y el confort del paciente y la urgencia de la situación. En general, se prefieren las venas de las extremidades superiores, dado que son más durables y se asocian con menor número de complicaciones que las de las extremidades inferiores.
El sitio de cateterización preferido son las venas del antebrazo. La vena mediana cubital, que cruza la fosa antecubital, suele ser la elegida en las situaciones de urgencia porque puede recibir catéteres de calibre grande y son más fáciles de cateterizar que otras venas del antebrazo. Sin embargo, hay que tener cuidado de no cateterizar la arteria braquial, la cual yace medial a la vena mediana cubital. Lo mismo ocurre con las arterias radial y ulnar—la palpación para identificar la pulsaciones arteriales minimiza la posibilidad de esta complicación.
Cuando las venas de las extremidades superiores son inaccesibles, se utiliza la vena dorsal del piel o la vena safena de la extremidad inferior que puede ser usada. La cateterización de estas venas se asocia con mayor incidencia de trombosis y embolismo. Sin embargo, este riesgo es menor en los niños y lactantes que en los adultos. Por lo tanto, las venas de las piernas y los pies son una alternativa aceptable cuando no ha sido posible cateterizar las venas de las extremidades superiores en niños o lactantes.
Equipamiento
Se necesitan guantes, antiparras, un torniquete de goma, solución antiséptica con clorhexidina, gasa estéril 2 x 2, suero fisiológico, vendaje y tela adhesiva transparentes, un catéter de tamaño apropiado (calibre 14 a 24), un sachet de líquido intravenoso con tubuladura y un recipiente. Se puede necesitar anestesia tópica si el catéter es de tamaño 20 o mayor. El equipo debe estar preparado y listo a la cabecera del enfermo antes de comenzar el procedimiento.
Tipo y tamaño del catéter
Existen muchos catéteres, con variaciones de modelo, longitud y mecanismos de seguridad. Estos últimos se han desarrollado para minimizar la posibilidad de recibir pinchazos inadvertidos con la aguja. Las agujas siempre deben ser descartadas en un recipiente apropiado.
El tamaño del catéter dependerá de la situación clínica. Es conveniente utilizar los catéteres más pequeños porque se acompañan de menos complicaciones. Los catéteres grandes (14-16) se usan en situaciones agudas para la infusión de líquidos durante la reanimación. Otras variables que pueden influir en la elección del tamaño son el tamaño del vaso de acuerdo con la edad del paciente, la necesidad de hacer bolos presurizados para la administración de material de contraste o medicamentos y, la viscosidad del líquido que va a ser infundido.
Preparación
Explicar el procedimiento al paciente, contestar sus preguntas y resolver sus dudas. Comentar con el paciente las complicaciones potenciales como el sangrado, las contusiones o la infección.
Posición
Cuando se selecciona la extremidad superior, el paciente puede estar en posición supina, con el brazo apoyado. El operador debe estar en una posición confortable y buena iluminación.
Procedimiento
Comentarios
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