Educaciónalimentaria

Malos hábitos en la niñez provocarían anorexia o bulimia

Comida rápida y precocinada, a las golosinas y los snacks.

Fuente: Clarín

 Por: Clarín.com

Un estudio de especialistas europeos en trastornos del comportamiento alimentario (TCA) confirma que algunos hábitos de la niñez se asocian, años después, con casos de anorexia o bulimia. Son las modalidades que imponen las largas jornadas laborales y escolares como el amplio acceso a la comida rápida y precocinada, a las golosinas y los snacks, y la costumbre de comer a cualquier hora sin sentarse a la mesa. El resultado es que los padres no pueden controlar que los chicos tengan una dieta equilibrada y variada.

El trabajo fue coordinado por Fernando Fernández Aranda, jefe de la unidad de TCA del hospital de Bellvitge, de Barcelona, España, en el que, además, participaron centros de otros cuatro países.

Los expertos analizaron los hábitos infantiles de 1.664 personas mayores de 16 años y detectaron que el 53% (879 de ellas) estaban afectadas por anorexia, bulimia y otros trastornos alimenticios.

La comparación de sus hábitos infantiles con los de personas sanas corroboró aspectos apuntados en estudios anteriores. Así, el objetivo del trabajo es prevenir actitudes que pueden favorecer posteriores desórdenes alimentarios.

Los médicos aconsejan a los padres que a la hora de comer no hay que premiar ni prohibir con frases del tipo: "Si hacés esto, te doy helado" o "Si comés esto hay tele". Explican que "estos chantajes funcionan como estrategias que se asocian con más trastornos alimentarios posteriores porque impiden la formación del niño en un adecuado autocontrol de la comida", aseguran.

También recomiendan controlar la obsesión de los padres respecto del peso de los chicos. "Sólo está justificada la preocupación si el niño tiene 4, 5 ó 6 años y el pediatra diagnostica problemas de peso; si no, hay niños sanos de diferente constitución", afirman.

No desayunar es otro hábito extendido que puede favorecer la aparición de trastornos con la comida. "La alimentación empieza por el desayuno, que debe incluir lácteos, frutas y cereales".

"En la Argentina no hay estudios de este tipo", dice el nutricionista Sergio Britos, director asociado del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI). "Nuestros trabajos indican que el 20% de los chicos en edad escolar tiene sobrepeso, y el 5% es obeso. Posiblemente una proporción de esos chicos -no tan elevada como el estudio europeo- seguirá con riesgo de ser obeso años después".