Congreso Internacional de Tecnología Médica | 27 MAY 08

Hacia el quirófano digital

La integración de imágenes y datos fisiológicos mejorará la eficacia y seguridad.

JOAN CARLES AMBROJO  -  Barcelona
 
EL PAÍS

El quirófano ha dejado de ser el espacio en el que el cirujano operaba a ojo, basándose exclusivamente en su pericia y experiencia. Con la digitalización de las imágenes diagnósticas y la incorporación de nuevos equipos en la sala de operaciones, las intervenciones se están haciendo más precisas, eficaces y seguras. Imágenes digitales tridimensionales (3D) podrán valorarse de forma dinámica a lo largo del tiempo (4D) e incorporar sucesivos datos fisiológicos (5D). Con ello, los actuales quirófanos entrarán en una quinta dimensión: la del superquirófano integrado. La imagen que manejará el cirujano ya no será sólo diagnóstica. Será también terapéutica.

Las recientes innovaciones tecnológicas en el teatro de operaciones permiten simular órganos, navegar dentro de ellos durante una intervención y hasta utilizar ayudas robóticas. "El quirófano se está convirtiendo en un laboratorio de ingeniería en el cual no sólo hay un cirujano sino también ingenieros y radiólogos", dice Javier Herrero, cirujano y presidente del congreso internacional de tecnología médica CARS 2008, que se celebrará en Barcelona entre el 25 y el 28 de junio.

Ya existen estos quirófanos, mal llamados "inteligentes", con múltiples equipos que proporcionan imágenes de alta resolución y otro tipo de información médica. Lo próximo es el quirófano integrado, en el que todos los equipos utilizan información estandarizada que se puede comunicar en tiempo real y utilizarse de forma simultánea.

¿Qué sucede cuando, por ejemplo, se debe extraer un tumor en una zona de alto riesgo como el cerebro? Durante la intervención, el cirujano utiliza imágenes prequirúrgicas, que se introducen en un sistema de navegación que guía hacia el tumor. "Llegar al tumor puede ser una fuente de problemas, por los cambios que se producen", dice Enric Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía y responsable del servicio en el hospital Clínic de Barcelona.

¿Cómo evitar los riesgos? Como no era posible introducir en el quirófano los gigantescos equipos de resonancia magnética, a veces se optaba por trasladar al paciente a una habitación anexa donde tomar nuevas imágenes. Pero la nueva hornada de escáneres intraoperatorios promete cambios importantes en la sala de operaciones. Permite visualizar cómo evoluciona la intervención y comparar las nuevas imágenes con las obtenidas en la fase prequirúrgica, y reducir así el riesgo de afectar las áreas funcionales del cerebro próximas al tumor.

 

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