La medicina instrumentó a través de las salas de terapia intensiva una modalidad asistencial en la que la tecnología es capaz, a través del soporte vital, de recuperar para la vida a pacientes que antes morían irremediablemente. Pero el progreso de los medios, sin un control ético de sus fines, no será tal sin reflexionar suficientemente sobre si todas las acciones posibles son buenas o malas. Se inició un camino cuyo cotidiano desafío y costo moral no ha sido convenientemente explorado y explicado a pesar de una historia de décadas. Una visualización completa del problema, que es filosófico y no médico, puede ser efectuada por la sociedad sólo si se le ofrecen todos los conocimientos de la situación despojados de un hegemonismo médico y tecnológico deshumanizante.
Comentarios
Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.