Con el avance de la tecnología, cada vez más hombres logran ser padres aun cuando les quedaban pocas esperanzas. Sin embargo, sigue siendo bastante más complicado que tomar una aspirina. Los hombres, con sus parejas, tienen que trajinar consultorios y tratamientos sumamente complejos, que requieren particular esfuerzo y sobrellevar expectativas, desilusiones y frustraciones. Cuatro padres le contaron a PERFIL cómo lo lograron, y los médicos, cómo evolucionaron las técnicas desde la probeta de los 70. ¿Existe el instinto de paternidad?
Martin De Ambrosio
ORGULLO. Walter Rodríguez con Máximo y Federico, nacidos hace tres meses gracias a un tratamiento de fertilización asistida.
Foto: Enrique Manuel Abbate
La película Niños del hombre presenta un futuro cercano atroz: el mundo lleva veinte años sin que ninguna mujer logre un embarazo. Semejante escenario provoca una serie de tragedias encadenadas como preludio de lo que en la historia del film sería el fin de la especie. Con destreza, el director muestra la angustia y el pánico colectivos que implican dos décadas “sin oír el llanto de un bebé”.
En pequeña escala, algo similar sucede en muchos ámbitos privados cuando la paternidad no llega. Y una pluralidad de factores, desde ambientales hasta hereditarios, suelen conjugarse en la dificultad biológica. A eso se sum
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