Nutricion en pacientes Oncológicos

El 84% de pacientes con cáncer avanzado necesita soporte nutricional

El 84% de los pacientes con cáncer avanzado en España requiere algún tipo de soporte nutricional, según los resultados del estudio epidemiológico NUPAC I, en el que participaron de 781 pacientes.

La investigación, presentada en el Simposio Internacional sobre el Manejo de la Nutrición del Paciente con Cáncer, celebrado en Madrid, apunta que la anorexia, que afecta al 42% de enfermos oncológicos, disminuye las posibilidades de recibir los tratamientos adecuados y, por tanto, su supervivencia.

Por ello, es preciso evitar que el enfermo llegue a la malnutrición. "Al disminuir las proteínas y las reservas energéticas del paciente, le predispone a sufrir unos riesgos importantes a la hora de afrontar la quimioterapia y otros tipos de tratamientos, incluyendo el quirúrgico", afirmó el Dr. Manuel González Barón, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz y director de la cátedra extraordinaria de Oncología Médica Paliativa de la Universidad Autónoma de Madrid.

La investigación alerta de que si no se trata a tiempo la anorexia deriva en caquexia, una malnutrición extrema, que se acompañada de fatiga, anemia y pérdida de masa muscular. Ambas "forman un binomio indisoluble, puesto que la una induce a la otra", agregó el Dr. González Barón, quien apuesta por prevenir la caquexia y tratar las fases iniciales de la enfermedad.

Sin embargo, los especialistas han estado durante mucho tiempo preocupados por cómo tratar específicamente el tumor. El Dr. Carlos Camps Herrero, jefe del Servicio de Oncología del Hospital General de Valencia, cree que esta situación obedece a un problema cultural, "dado que el oncólogo se ha preocupado sobre todo por combatir el cáncer, dando menos importancia al tratamiento del resto de los síntomas", así como por falta de tiempo y recursos en los hospitales.

La desnutrición provoca pérdida de masa muscular y limita su movilidad y capacidad para realizar labores cotidianas, lo que supone un deterioro importante de su calidad de vida. De hecho, un 48,7% de los participantes en el estudio NUPAC presentaba una disminución evidente de la actividad, según informó Bristol-Myers Squibb, que comercializa el acetato de megestrol para estimular el apetito en estos pacientes.

Además, la malnutrición conlleva un efecto psicológico muy negativo, puesto que aumenta la sensación de gravedad que percibe el paciente y sus familiares ante la pérdida progresiva de peso. "No es lo mismo tener una enfermedad y estar bien nutrido, que tener dificultades añadidas que empeoran el pronóstico", matizó el Dr. Camps.