Las infecciones de la glándula lacrimal son normalmente virales por ejemplo por paperas, Herpes zóster, Herpes simplex y mononucleosis infecciosa. La infección bacteriana aguda de la glándula lacrimal, la dacrioadenitis aguda, puede desarrollar secundario a la infección adyacente por ejemplo el erisipelas; puede ser por vía hemática por ejemplo gonorrhoea o secundario a un traumatismo. La formación del absceso muy raramente complica dacrioadenitis aguda. Los posibles mecanismos de diseminación a la glándula del lacrimal desde los senos paranasales incluyen:
Diseminación local de una celulitis orbitaria adyacente facilitada a su vez por:
(I) la delgada lámina papiracea o por la dehiscencia ósea congénita; (II) infección tromboembólica a lo largo de las conexiones venosas entre la órbita y el seno adyacente,
(III) infección conjuntival ascendente a través de los conductos lagrimales, qué ha alcanzado allí vía el conducto nasolacrimal, (V) bacteriemia.
En este caso, los síntomas nasales del lado izquierdo precedieron a los síntomas oculares por unos días lo que apoya la hipótesis de que era muy probable que el absceso de glándula lacrimal fuera secundario a la infección sinonasal.
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