Según los resultados obtenidos, los autores afirman que una serie única de toxina botulínica A en los músculos espásticos provocó una mejoría significativamente superior a la conseguida en el grupo placebo.
Los médicos han llamado la atención sobre la importancia de identificar las metas terapéuticas específicas para cada paciente y no ponerse como objetivo solamente reducir el tono muscular.
En 1974, dicen, Landau señaló que una buena rehabilitación requiere una evaluación "de aquellos síntomas que son discapacitantes y de aquellos que no lo son." Los autores consideran que el fracaso en demostrar la eficacia de la toxina en otros trabajos pudo deberse a que las muestras eran pequeñas o heterogéneas o que las mediciones utilizadas eran de una sensibilidad inadecuada para evaluar los cambios en la discapacidad funcional.
También se refieren a la posibilidad de que los pacientes no dieran informes de
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