Dra. Mabel Bello | 29 ENE 03

"Una de cada diez adolescentes padece una patología alimentaria"

Jefa de Psiquiatría del Hospital de Gastroenterología Dr. Bonorino Udaondo, Mabel Bello es, además, la creadora de ALUBA (Asociación de Lucha contra Bulimia y Anorexia). Con ella hablamos sobre las actividades de dicha asociación.
Autor/a: Por IntraMed 
INDICE:  1. Una iniciativa por la salud | 2. Rol del profesional
Rol del profesional

¿Los profesionales están preparados para detectar estas enfermedades?
En relación a si los profesionales están preparados, la respuesta es no. Por lo general los padres y los maestros en la escuela están más alerta porque reciben información. El pediatra todavía no recibe esta formación para la detección temprana. Hay chicos de jardín de infantes que se ponen los dedos en la garganta para vomitar y muchas veces el pediatra aconseja "ya se le va a pasar, cuando tenga hambre va a comer". Pero si el chico persiste en su negativa a comer y no evoluciona en el peso, ahí comienza la preocupación de los padres y también del pediatra. Estas conductas de los chicos, salvo que sean temporarias y relativas a un cambio en la situación vital, deben llamar la atención de los padres y, si el chico no se abre a la vida, a la conducta social y a la comida, es bueno consultar. Una sencilla consulta puede servir para cambiar la actitud de los padres y mejorar la situación rápidamente.

O sea que la detección temprana y una consulta por parte de los padres podría prevenir una futura enfermedad.
Por lo menos podría garantizarle al chico la posibilidad de aceptarse a sí mismo. Cuando un chico pierde los códigos de su generación porque se encierra en sí mismo y crece de esta manera, tiene un estigma que a la larga va a producir una patología.

¿Existen diferentes grados en patología alimentaria?
Claro, hay patologías muy severas. En adolescentes de 13 o 14 años hay anorexias muy fuertes de chicos que hasta rechazan el agua; soportan la sed y tienen delirios: no prueban el agua por miedo a engordar o deliran "si tomo agua en ese vaso quizá alguien que es gordo puso los labios y dejó calorías". Este tipo de patología en una persona muy joven, acompañada de padres que parecen indiferentes, llega a situaciones muy extremas, con muy bajo peso y tendencias maníacas al suicidio. Parece como si al grupo familiar lo hubiese captado un instinto de muerte, como si no tuvieran defensas o proyectos. Es muy difícil tratar estos casos, tenemos que trabajar con otros padres para ayudarlos a defender la vida de sus hijos: no parecen darse cuenta del peligro que corren.

¿Cómo se encara un tratamiento en pacientes tan deteriorados?
Lo más importante es que contamos con el apoyo de una comunidad. Es nuestro bien más valioso porque lo que conseguimos es una fuerza de recuperación importantísima: los padres ayudan y sostienen a los otros padres mientras

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024