Literatura, historias e ideas compartidas | 12 ABR 24

Los invitamos a leer juntos

Abrimos un espacio para compartir la intensa experiencia de la lectura.

"Tiene que haber algo en los libros, Montag, tiene que haber algo..." (Fahrenheit 451, Ray Bradbury)

Desde hace muchos años en IntraMed han circulado libros, literatura, autores, ideas e historias. Siempre hemos creído que entre la medicina y el resto de los saberes no existen (no deberían existir) fronteras ni aduanas. Les hemos abierto las puertas porque entendimos que esa palabra también nos era necesaria; porque no podríamos aspirar a ser mejores médicos, si antes no nos proponíamos ser mejores personas.

Queremos compartir nuestras experiencias como lectores e intercambiar los estremecimientos que cada uno haya sentido. Las emociones y las ideas que atraviesan los textos que vamos a leer. Iluminarnos mutuamente a partir de narraciones de la literatura universal. Sabemos que es una propuesta inactual. Algo por fuera del vértigo del tiempo que nos toca vivir y del culto vulgar a la novedad. Lo sabemos, por eso queremos hacerlo.

"Hay que distinguir los hechos de las proposiciones que los describen. Un dato no es un hecho". (Mario Bunge)

El mundo necesita ser leído. Y eso nos incluye a nosotros mismos y a nuestros pacientes. Karl Jaspers afirmaba que el método científico requiere de pluralismo metodológico y explicación comprensiva. Los resultados de la investigación ayudan a explicar los síntomas: "erklären". Pero comprender: "verstehen", se refiere al "significado" o sentido de los fenómenos que es siempre único, individual, situado e histórico.

Sin embargo, nos sobrevuela la sombra de un peligro: el de convertir en dato o en información cruda todo padecimiento humano que, por su propia naturaleza, se resiste al reduccionismo de la cifra. Las cuantificaciones pueden ser seductoras porque nos ofrecen la satisfacción fácil de la claridad. Son útiles, pero limitadas, funcionan bajo la condición de eliminar el contexto y de silenciar la historia. El filósofo C.Thi Nguyen denomina “captura de valor” a lo que ocurre cuando los valores de un agente, que son ricos y sutiles, entran en el entorno de un ambiente que presenta versiones simplificadas (cuantificadas) de esos valores; y esa versión reductiva y simplificada, que supone falsamente que lo representa, domina su razonamiento práctico. De estos desvíos nos protege la literatura. Por eso alentamos la lectura en común, como una forma de resistir a la pérdida de una milenaria habilidad que percibimos amenazada y más necesaria que nunca.

¿Qué significa leer lieratura?

Una niña, viendo a su maestra concentrada en la lectura le preguntó: “Señorita, ¿por qué lee, si usted ya sabe leer?” (Michèle Petit, “Leer el mundo”)

En tiempos de inteligencia artificial, de productividad obsesiva y de información asfixiante, leer podría ser una tarea que, para algunos, merezca formularse esa pregunta: ¿Para qué leer hoy? Precisamente por eso nace este taller. Para que nadie tenga que hacerse una pregunta tan absurda.

Nuestra atención está continuamente distraída e inundada por estímulos triviales que nunca se consolidarán en conocimiento. Son “calorías vacías” destinadas a mantenernos absortos. El conocimiento informacional desplaza al conocimiento narrativo. La información está comprimida en la inmediatez de lo particular. Su velocidad y su carácter efímero no dejan tiempo para la reflexión.

“El exceso de información disminuye la relación entre la señal y el ruido.” (Antifrágil, Nassim Taleb).

La era de la distracción no implica solo desatención sino una nueva jerarquía de lo que consideramos importante al perder los filtros por sobreestimulación lo que promueve una crisis de motivación y de profundidad. Sin estímulos constantes nos sentimos vacíos, impacientes, abstinentes. La sobreestimulación neuronal genera una respuesta inhibitoria (downregulation de receptores) por "excitotoxicidad". La respuesta disminuye, por lo que se requiere aumentar el estímulo en frecuencia y en intensidad. Es el clásico conflicto entre una fisiología de la moderación y una cultura del sobrestímulo permanente.

La pérdida de la sutileza es un signo de los tiempos, desde los sabores a las palabras son víctimas de esta distorsión de los estímulos.

David Foster Wallace percibió este fenómeno con mucha anticipación: “Creemos tener el derecho, que consideramos que nos ha otorgado Dios, a que nos entretengan; o bien, si no nos pueden entretener, por lo menos a que nos estimulen: no hay problema alguno en que el estímulo sea desagradable, siempre y cuando nos mantenga absortos.”

Neil Postman, uno de los teóricos de la comunicación más importantes del siglo XX, se atrevió a desafiar al optimismo enfático de la era de la información: "La era de Tecnópolis sostiene que los problemas más graves que enfrentamos en lo personal y en lo público requieren soluciones técnicas y acceso rápido a la información. ¡Eso es una tontería! Nuestros problemas más graves no son técnicos, ni surgen por falta de información."

Los libros, la lectura y la barbarie

De la miseria del lenguaje a la pobreza pensamiento

La idea de que las tecnologías son neutrales es un error. Las nuevas tecnologías alteran nuestros intereses: las cosas sobre las que pensamos. Alteran nuestros símbolos: las cosas con las que pensamos. Y alteran la comunidad: el espacio en que se desarrollan los pensamientos. Estos peligros han sido advertidos muchas veces en la historia de la humanidad, desde Sócrates a Heidegger, desde Marshall Mc Luhan a Walter Ong.

La literaturidad está siendo desplazada por la literalidad. La interpretación por la decodificación. La narratividad por el dataísmo. Las transformaciones en el hábito de la lectura no son cuantitativas sino cualitativas. Estamos pasando desde textos que demandaban una lectura literaria a una lectura literal. El paso de un régimen interpretativo a uno de mera recepción de información promueve una "mente literal". Esto limita el uso del lenguaje a la reiteración de significados comunes. La mera información y la comunicación son los niveles más básicos del lenguaje. Una cultura es un modo de alejarse de la barbarie, no uno de internarse en ella.

Este taller de lectura se hace porque no queremos que nadie lea por nosotros. Porque buscamos a tientas el antiguo placer de los textos. Porque es leyendo como encontramos los fundamentos para seguir haciéndolo.

  • “Los lectores serios no leen para instruirse”. (Jonathan Franzen)
     
  • “Puede demostrarse que hay más profundidad humana en Homero, Shakespeare o Dostoievski que en la totalidad de la neurología o de la estadística. Quien haya leído "La metamorfosis" de Franz Kafka y pueda mirarse impávido al espejo será capaz, técnicamente, de leer la letra impresa, pero es un analfabeto en el único sentido que cuenta.” (George Steiner)
     
  • "El propósito del arte es poner al descubierto las preguntas que han quedado ocultas por las respuestas." (James Baldwin)
     
  • "Una de las funciones del arte es dar a la gente las palabras para conocer su propia experiencia... Contar historias es una herramienta para saber quiénes somos y qué queremos". (Ursula K. Le Guin)
     
  • "Más información y comunicación no esclarecen el mundo. El conjunto de información por sí solo no engendra ninguna verdad. Información y datos están siempre desnudos. Convierten a la interacción en pura transacción. Cuentan (computan) pero no “cuentan” (narran)”. (Byung Chul Han)
     
  • "De toda ignorancia, la ignorancia de los educados es la más peligrosa. No solo es probable que las personas educadas tengan más influencia, sino que son las últimas personas en sospechar que no saben de qué están hablando cuando salen de su estrecho vecindario.” (Thomas Sowell)
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  • "Se siente que se elige y se quiere, pero se elige algo impuesto y se quiere algo inevitable." (Henri Bergson, El recuerdo del presente, 1896).
     
  • "La gente está descubriendo que, debido a la forma en que las máquinas están cambiando el mundo, cada vez más de sus viejos valores ya no se aplican. Las personas no tienen más remedio que convertirse ellas mismas en máquinas de segunda categoría." (Kurt Vonnegut, 1952)
     
  • Cuando George Bernard Shaw vio por primera vez los brillantes anuncios de neón en Broadway y la calle 42 de noche, dijo: «Debe ser hermoso si uno no sabe leer».
     
  • Ya existe una generación que ha aprendido más palabras de las pantallas que de las madres. Un lenguaje sin resonancias entre los cuerpos. Las antenas sensibles del lenguaje se pierden. La generación post-alfabética muestra signos de desconexión entre lenguaje y emociones. (Franco Bifo Berardi)
     
  • “Leer es estar en otra parte, allí donde ellos no están, en otro mundo; es constituir un escenario secreto, un lugar al que se entra y del que se sale a voluntad; es crear rincones de sombra y de noche en una existencia sometida a la transparencia tecnocrática”. (Michel de Certeau)
     
  • “El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro. Es como si tuviera palabras en vez de dedos, o dedos en la punta de mis palabras. Mi lenguaje tiembla con deseo” (Roland Barthes)
 

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