Protege tu sueño si quieres sentirte joven | 03 ABR 24

Sueño y edad subjetiva

El sueño insuficiente y la somnolencia ejercen una influencia sustancial en la edad que sentimos
Autor/a: Leonie J. T. Balter and John Axelsson Sleep and subjective age: protect your sleep if you want to feel young

Introducción

¿No queremos todos sentirnos jóvenes y rejuvenecidos? Hallazgos recientes sugieren que esta aspiración puede tener valiosos beneficios a la hora de desafiar el paso del tiempo y el envejecimiento. Sentirse joven se ha relacionado con la salud del cerebro, como lo demuestran las investigaciones que muestran que los adultos mayores que se sienten más jóvenes tienen una edad cerebral prevista más joven y mayores volúmenes de materia gris en varias regiones del cerebro. A la luz de esta conexión, nos propusimos evaluar si el sueño, un proceso fundamental crucial para la función cerebral y el bienestar general, guarda algún secreto para sentirse joven.

La edad subjetiva, a menudo referida a la edad que sentimos, es un concepto que va más allá de la mera percepción. Resulta que sentirse más joven que nuestra edad real se asocia con vivir más tiempo, mejor salud física y mental y rasgos psicológicos más positivos (por ejemplo, optimismo, esperanza, resiliencia), lo que genera sugerencias para incluir la edad subjetiva como marcador biofísico del envejecimiento como parte de los exámenes de salud.

Muchas personas se sienten más jóvenes que su edad calendario. Si bien este fenómeno es menos frecuente entre las personas más jóvenes, a medida que llegamos a los treinta años o más, la discrepancia entre la edad que tenemos y la edad que sentimos se vuelve más pronunciada. Las investigaciones emergentes sugieren que nuestros hábitos de sueño pueden desempeñar un papel en la configuración de la edad que sentimos. Dormir no solo es crucial para el bienestar físico sino también para la salud mental. Durante el sueño, el cerebro pasa por procesos esenciales, incluida la eliminación de productos de desecho metabólicos, el llenado de proteínas en las sinapsis y la consolidación de la memoria. Aunque es indiscutible que el sueño es fundamental para la salud, su relevancia para la juventud ha recibido una atención limitada. Existe cierto apoyo para que las personas que se sienten subjetivamente mayores tengan peor calidad del sueño o dificultades para dormir, tanto transversalmente como longitudinalmente, aunque esto puede limitarse en gran medida a las mujeres de edad avanzada. El sueño es un proceso muy dinámico, con alteraciones graduales a lo largo de la vida, pero también varía según el día a día. Reconociendo el papel fundamental del sueño en el bienestar, realizamos dos estudios, uno transversal y otro experimental, para examinar cómo el sueño durante el último mes y la pérdida más aguda de sueño influyen en la edad subjetiva. Se realizaron análisis exploratorios para evaluar la influencia del cronotipo en la relación entre el sueño y la edad subjetiva.

Resumen

Los estudios actuales examinaron el impacto del sueño insuficiente y la somnolencia en la experiencia subjetiva de la edad.

El estudio 1, un estudio transversal de 429 participantes (282 mujeres (66%), 144 hombres, 3 de otro sexo; rango de edad 18-70), mostró que por cada día adicional de sueño insuficiente en los últimos 30 días, la edad subjetiva aumentó en 0,23 años.

El estudio 2, un estudio experimental cruzado de restricción del sueño (n = 186; 102 mujeres (55%), 84 hombres; rango de edad de 18 a 46 años), mostró que dos noches de restricción del sueño (4 horas en la cama cada noche) hacían que las personas se sintieran 4,44 años mayor en comparación con la saturación del sueño (9 h en cama por noche). Además, pasar de sentirse extremadamente alerta (puntuación de 1 en la escala de somnolencia de Karolinska (KSS) a sentirse extremadamente somnoliento (puntuación de 9 en la KSS) se asoció con sentirse 10 años mayor en ambos estudios.

Estos hallazgos brindan un respaldo convincente de que el sueño insuficiente y la somnolencia ejercen una influencia sustancial en la edad que sentimos, y que proteger el sueño es probablemente un factor clave para sentirnos jóvenes.


Discusión

Ambos estudios, uno transversal y otro experimental, demuestran que el sueño y la somnolencia desempeñan un papel profundo en la configuración de nuestro sentido de la edad. Los hallazgos revelaron que el sueño insuficiente y la somnolencia hacían que las personas se sintieran mayores que su edad real y respaldan que una buena noche de sueño es fundamental para sentirse más joven que la edad real.

 

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