Madrid, 2 de agosto de 2022. A pesar de todos los beneficios que reporta la lactancia materna tanto para el bebé como para la madre, esta práctica se ha visto mermada en los últimos tiempos por la pandemia de la COVID-19. “Ha repercutido drásticamente en la salud, la nutrición y la subsistencia e, incluso, en las decisiones que toman las familias sobre la alimentación de sus hijos”, advierte la doctora Susana Ares Segura, coordinadora del área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNYLM) de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
“Ha habido una falta de personal de apoyo a la lactancia materna (LM) por enfermedad, lo que ha provocado que, en algunos casos, las tareas se trasladaran a otro personal no capacitado. Por otro lado, las normas de distanciamiento físico hicieron que algunas familias tuvieran menos acceso a información y asesoramiento y menos facilidades para acceder a grupos de apoyo. Y algunos países aplicaron, además, políticas no basadas en la evidencia, como separar a los bebés de sus madres y desalentar la lactancia cuando se sospechaba la presencia de COVID-19”, explican desde el área de LM del CNYLM-AEP.
En este contexto, la divulgación de los sucedáneos de la leche materna y su potencial influencia en las decisiones sobre la alimentación infantil es motivo de seguimiento. El Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP defiende el cumplimiento del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna de la OMS en los centros sanitarios para que los padres reciban toda la información acerca de los beneficios de la lactancia materna, lo cual les permitirá tomar la mejor decisión para ellos y sus bebés.
De la misma forma, los pediatras abogan por fomentar la creación y ampliación de los grupos de apoyo a la lactancia materna así como de lugares de trabajo respetuosos con esta práctica, que contribuirán no solo a restablecer y mejorar tasas de lactancia materna, sino la nutrición y la salud infantil.
Los beneficios de la lactancia materna para la madre y el bebé
La lactancia materna protege al bebé contra enfermedades comunes tanto a corto como a largo plazo, reduce el riesgo de la madre de padecer cáncer y otras dolencias e implica un ahorro enorme para las familias, además del beneficio ambiental que supone para el planeta. Por ello, tanto la OMS como UNICEF recomiendan el inicio temprano de la lactancia -durante la primera hora siguiente al nacimiento-, mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y continuarla hasta los 2 años de edad o más, con la incorporación de alimentos complementarios a partir de los 6 meses.
“La lactancia materna es clave para las estrategias de desarrollo sostenible, ya que mejora la nutrición, garantiza la seguridad alimentaria y reduce las desigualdades entre países y dentro de ellos, lo que la pandemia de COVID-19 y los conflictos geopolíticos han puesto claramente en evidencia”, aseguran desde el CNYLM-AEP.
Hay una necesidad urgente de educación para mejorar y aumentar la capacidad de todos los agentes que trabajan en el apoyo a las mujeres que amamantan y a sus familias. Estos ámbitos, entre los cuales se incluyen prioritariamente los gobiernos, los sistemas de salud, los lugares de trabajo y las comunidades, deben ser informados, educados y capacitados para fortalecer su capacidad de proporcionar y mantener entornos favorables a la lactancia para las familias en el mundo postpandemia.
Proteger la lactancia materna, un compromiso de todos
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, es una campaña mundial coordinada por la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) con el objetivo de fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo.
Fue proclamada oficialmente en 1992 coincidiendo con el Aniversario de la Declaración Innocenti, formulada con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna. Sin embargo en Europa, y también en España, por ser agosto pleno periodo vacacional, la Semana de la Lactancia Materna se celebra en Europa del 10 al 16 de octubre 2022. Esta fecha se eligió porque, si un embarazo empezara el 1 de enero, la fecha probable del parto y el comienzo de la lactancia serían en la semana 41 del año.
En el año 2022 el lema de la SMLM es “Impulsemos la lactancia materna apoyando y educando” y se centrará en fortalecer la capacidad que tienen los distintos ámbitos implicados de proteger, promover y apoyar la lactancia materna en diferentes niveles de la sociedad.